Con la barbaridad de sentencias anuladas a altos cargos que hay por este motivo, da para pensar que los jueces no pueden ser tan absurdamente estúpidos y que se hace adrede cuando alguien empieza a husmear, para poder enterrar el juicio luego cuando el caso pase de moda.
Porque si solo le ocurriera a Baltasar Garzón, tira que te va, se puede concluir que es un pésimo juez instructor, con más ganas de fama que de resolver casos y ya está. Pero es algo que ocurre continuamente, independientemente de quien lleve la causa.