Un conductor de 28 años falleció ayer al estrellarse contra una palmera en la avenida Doctor Tomás Sala de Valencia, en el bulevar Sur. «La velocidad estimada cuando el coche chocó fue de 170 kilómetros por hora», según datos a los que Canal 9 tuvo acceso y difundió ayer. Sin embargo, fuentes policiales consultadas por este diario aseguraron que «no hay tramo suficiente para alcanzar esa velocidad» y que, «aunque el coche era potente», esos cálculos precisan de arduas y complejas pesquisas: «Lo único que se puede decir es que hubo una pérdida de control y una velocidad inadecuada».
De la violencia del impacto dan cuenta una palmera tronchada, unos 50 metros de huellas de frenada y el estado final del turismo, un Opel Calibra de Valencia que según testigos «quedó plegado en forma de uve». El conductor y único ocupante, identificado como J. B. G., pereció en el acto, según un hombre que presenció el accidente, ocurrido a las 5.18 horas en un tramo recto.
Precisamente, esa cualidad convierte a la vía en «un circuito de velocidad» los fines de semana, según los vecinos. «A raíz de nuestras quejas, la policía ha instalado, dice, radares pero no parece que intimiden a los conductores porque anoche mismo -la de autos-dos motoristas que estaban haciendo carreras casi atropellan a unas personas que regresaban de una verbena», relata Pedro José Vergara, presidente de la asociación vecinal.
Con todo, el siniestro de ayer no parece que guarde relación con estas prácticas, entre otras cosas, porque sólo hubo un turismo implicado: «Además del Calibra había otro coche con una pareja que podría haber presenciado lo ocurrido y que se estaba entrevistando con los policías», cuenta un vecino.
Vergara apunta también que en los siniestros las palmeras fueron un obstáculo fatal, lo que contrasta con la práctica reciente en Valencia de plantar estos árboles en medianas de bulevares para ayudar a los conductores a que sean conscientes de su velocidad excesiva.
Pero la peña de ke va?en ke piensa?me kago en la puta joder...