Acuamed y FCC: 'pelotazo' a costa del escritor Vázquez-Figueroa"Quisieron gastar varios millones públicos para repetir un proyecto ya hecho", dice el literatoEl escritor Alberto Vázquez-Figueroa recibió "hace aproximadamente dos años" una llamada telefónica. Al otro lado, el cabecilla de la trama de Acuamed, la empresa pública a la que el juez Eloy Velasco investiga por un presunto desfalco, a cambio de sobornos, de decenas de millones en favor de empresas como FCC.Arcadio Mateo, que actualmente acaba de salir de una estancia de seis meses en prisión, a quien le han encontrado 120.000 euros escondidos en billetes en casa, y a quien sus corruptores le habrían pagado incluso un trasplante de pelo, quería hablar con él, verle.
Vázquez-Figueroa, un joven de 79 polifacéticos años, lleva desde mediados de los 90 empeñado en poner en marcha un proyecto de desaladora de agua de mar que tiene patentado a nivel mundial. Esperanza Aguirre le prometió que lo haría antes de la llegada de Aznar al poder; Arias Cañete se interesó por él en torno al año 2000; Zapatero "me prometió que se haría" pero no cumplió y, finalmente, terminó negociándolo con Acuamed.Pero volvamos a esa tarde en que Vázquez-Figueroa recibe la llamada de Arcadio Mateo, y que lo cuente el propio autor de más de 100 novelas, ex periodista, ex buceador con Jacques Cousteau: "Me dijo que quería verme porque querían poner en marcha mi idea, y me citó en las oficinas de FCC en Las Tablas".
"En aquel momento el Gobierno de Israel había anunciado que habría un concurso internacional para llevar agua del mar Rojo al mar Muerto, y yo había preparado ese mismo proyecto, con mi sistema, muchos años antes. Me fui a la sede de FCC y allí me contó Mateo que Acuamed quería concursar con mi proyecto, que se haría un consorcio con FCC y que nos íbamos a presentar", dice.