Dentro de un rato desenchufaré mi preciado cubito y lo devolveré a su embalaje original. Pues sí, hoy mismo terminé el grandioso Paper Mario y con él el último de los grandes juegos que me quedaban por disfrutar en esta increíble consola. Llegó el momento de volcarse con la nueva generación, algo que estoy deseando, aunque no podré reprimir una lagrimita cuando el cubito deje su lugar a la 360 y la PS3.
De verdad, he disfrutado muchísimo con esta consola -mi primera de la casa nintendo, y de momento así se quedará, porque la Wii no me atrae casi nada-. Lástima que su catálogo de juegos sea tan cortito al lado de bestias como la PS2 o la 360 ahora mismo, pero lo poco que hay es genial. Mis juegos favoritos han sido, aparte de los Resident, los dos Zelda, Tales of Symphonia, Skies of Arcadia, Baten Kaitos, el citado Paper Mario, Starfox Adventures, MGS TTS, Eternal Darkness, los Star Wars y Super Mario Sunshine; con los Metroid no pude, lo intenté con el primero, pero me aburría soberanamente.
A la pregunta de ¿merece la pena una consola para más o menos 15 juegos?, la respuesta en este caso es obvia: SÍ.
En fin, que no os suelto más discurso. Gran consola, sí señor, con juegos -pocos- pero geniales, a la que no se le ha tratado demasiado bien.