A mi, sin embargo, me encanta. Aunque es verdad que puede llegar a agobiar un poco. Por ejemplo, yo ahora mismo tengo todos los fines de semana ocupados hasta el tercero de septiembre. Viajes, quedadas, etc.
Me encanta tener tantos planes cerrados sobre la mesa, pero cuando quieres improvisar o hacer algo, jode un poco y agobia no poder hacerlo. Por ejemplo, no se como cojones voy a hacerle hueco a un amigo que viene un finde de Barcelona. Se que le tengo que ver, pero a ver como me lo monto.
Total, que un puto caos.