Voy a ser la nota discordante, parece. La vi ayer en el cine y tenía un buen pálpito... pero me pareció muy, muy floja. Los discursitos que se marca el personaje de Matt Damon me parecieron manidos y poco creíbles, muy forzados; la forma en la que se lleva
no me convenció para nada, y creo que a la película le falta potencia tanto en la trama como en el suspense o la intriga.
Normalmente me encantan este tipo de películas, como la de
El fundador, e incluso cuando son deportivas, aunque no soy muy fan de los deportes, me he encontrado con muchas que me han pegado tremenda sorpresa: me encantó la de
El chico del millón de dólares y también la de
Rush, me gustó la de
Le Mans '66, también la de
Rompiendo las reglas... pero no, esta me ha dejado muy chafado. Y mira que iba predispuesto a que me gustara porque... joder, a nada que hayas nacido en los 80, incluso aunque nunca le hayas hecho mucho caso al baloncesto, a Michael Jordan lo tienes en un putísimo altar y el subidón de nostalgia no te lo quita nadie.
No digo que sea mala película... pero me dejó muy indiferente, tampoco me ha parecido buena. No es tanto el qué, sino el cómo.
La de
Tetris me gustó algo más... y aún así, tampoco me terminó de encantar, cuando lo tenía absolutamente todo para conseguirlo. Esa me parece que arranca mucho mejor, pero a partir de la mitad empieza a desinflarse un poco, y en la parte final pierde unos cuántos enteros