Cuando se hacen reformas, limpiezas a fondo, restauraciones, reparaciones... es inevitable que rompas algo, con eso tienes que contar.
Aunque parezca increíble, la falta de mantenimiento a veces alarga la vida de las cosas.
Si fueses a restaurar un mueble podría pasarte que al abrir una puerta te quedases con ella en la mano, o que justo en ese momento se saliesen las bisagras. Es lo que tienen las cosas viejas que parecen enteras hasta que se tocan.
Por si te sirve de algo, a modo de comparación, en un manual de servicio de un móvil Nokia de alta gama, decía que una vez retirados los tornillos, se desechasen y se pusieran nuevos. Eso te da una idea de lo difícil que puede ser abrir un móvil sin romper o dañar alguna pieza.