Es casi peor lo que dicen de "extender la ley a todas las mujeres".
Es decir, que si estás en el trabajo y discutes con una compañera, te puede denunciar por maltratador. Si vas a Hacienda, la funcionaria no te hace caso y se lo dices, te puede denunciar por violencia de género. Si te da un golpe en el coche una mujer y discutes con ella, puedes pasar la noche en el calabozo.
Si ante una denuncia ya no hay presuncion de inocencia,ni hacen falta pruebas, si no es el acusado en tener que demostrar su inocencia, estamos convirtiendo a la mujer en la encargada de impartir justicia.
Es decir, que un hombre tiene presunción de culpabilidad y una mujer tiene presunción de veracidad en estos temas. El hombre el malo por naturaleza, y la mujer es buena. Además, como hombres y mujeres somos iguales, pues a ellas hay que tratarlas entre algodones. Alberto Garzón es un white knight de manual, o en otras palabras, un gilipollas.
Mientras tanto, los naranjitos: