Si Google usa nuestros datos después de que le hayamos dado permiso, son el demonio.
Si este pavo roba nuestros datos sin darle permiso con el objetivo de venderlos a vetetuasaber quien. Superheroe.
Ni de coña.
Es un delincuente, y de los gordos, que se dedicaba entre otras cosas al smishing, vender carnets falsos, y demás linduras.