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Nueva polémica en Alemania a propósitio de la información que recogen los coches del servicio Street View de Google. El responsable de la agencia de protección de datos de este país, Peter Shaar, ha pedido a la compañía que deje "inmediatamente" de escanear las redes wi-fi desde los coches que recorren las calles para fotografiar una ciudad.
Shaar pide, además, que suprima los datos personales que haya recogido en este rastreo de las redes wi-fi. La denuncia ha tenido su réplica por parte de Google Europa. Uno de sus responsables, Peter Fleischer, ha respondido en el blog corporativo que Google nunca ha ocultado que recoja las señales wi-fi de los edificios que fotografía y que así lo hacen otras compañías como Fraunhofer Institute y Skyhook, empresa que lo hace para ofrecer servicios de geolocalización.
Éste es el propósito de Google al fichar las redes wi-fi particulares que detecta. Cuando, por ejemplo, un peatón quiere consultar los restaurantes más cercanos al sitio donde está, si está conectado a wi-fi y detecta las redes de la zona, esta información sirve al suministrador de publicidad o contenidos personalizados localizar con más precisión dónde se halla el cliente. Para ello debe tener localizadas estas redes particulares.
La polémica se centra en el tipo de información que almacena Street View. En el blog se explica que "únicamente" recoge la identificación de la red wi-fi (su nombre SSID, Service Set Identifier) y la dirección del router. Los coches de Street View, que llevan una antena en el techo, recogen esta información, que califica de "señales públicas", de forma pasiva, sin solicitar comunicación con las redes detectadas. "No recogemos ninguna información sobre el propietario de la casa donde se detecta la red ni podemos identificar un individuo a partir de los datos recogidos", se afirma en el blog. Las autoridades alemanas, sin embargo, consideran que este censo de redes hogareñas de wi-fi sí supone una intrusión y hacer acopio de información privada.
Street View, el servicio de Google que permite recorrer las calles de una ciudad con imágenes reales, es una fuente de problemas para la empresa. Ha tenido conflictos en Suiza, Reino Unido y, particularmente, Alemania. La ministra federal de protección al consumidor, Ilse Aigner, ha atacado a Street View por la "invasión de la intimidad" de los ciudadanos y ha propuesto estudiar medidas legales. Por su parte, la asociación alemana de ciudades y municipios plantea cobrar al buscador por este servicio. "Los ciudadanos no tendrían que protestar ante la publicación de sus datos privados, sino que Google tendría que estar obligado a obtener el permiso de los ciudadanos para poder publicar las fotografías de sus casas", afirma la organización.
Google Street View es un servicio que fotografía ciudades y ofrece posteriormente una vista de 360 grados de las zonas solicitadas. La cámara se coloca a la altura de 2,50 metros, por lo que las imágenes sortean setos y vallas.
La Unión Europea quiere limitar el empleo de imágenes en Street View. Los consultores sobre privacidad de la UE han remitido un correo a la compañía en el que aconsejan reducir el almacenamiento de las imágenes a seis meses.