Cuando me enfrenté a la primera vampiresa pensé que teníais razón, que era una mierda de juego. Es imposible matarla. Lo que pasa es que luego te das cuenta de que tu misión no es matarla sino ir al punto de control sin ser detectado. En ese momento te das cuenta de la filosofía de juego. Al igual que los juegos de infiltración, tienes que evitar ser visto por el enemigo, pero a diferencia de todos los juegos de infiltración conocidos, es casi imposible deshacerte de los malos en modo sigilo. Al menos al principio, luego ya te dan un arma más potente y si tienes suficiente distancia entre el enemigo y tu te lo puedes cargar. Esos cabrones corren que se las pelan, necesitas casi un cargador completo y casi 100 metros virtuales de distancia para empezar a freirlos.
No me arrepiento de lo dicho, este juego es pura tensión, aquí sí que no puedes ser visto ni oído, sino estás acabado. La estrategia que estoy siguiendo es esta:
1º evalúo si puedo pasar sin ser visto.
2º Si no puede ser, evalúo si hay otro camino.
3º Si no puede ser, me planteo si hay suficiente distancia para matar a uno de los vampiros sin que otros me detecten al disparar.
Es posible que no valga los 60 euros (¿qué juego los vale?), depende de lo que me dure y cómo sea el juego más adelante.