EL propósito de este post es poner de relieve la incompetencia de la organización, no hacer una crítica musical.
Cuando llegamos al recinto de la feria de muestras me extraño que en los carteles ponía "zona de acampada libre". Era, raro, porque teníamos entradas también para la zona de acampada. Efectivamente, nos dijeron que si nos habían cobrado debíamos ir a la tienda donde compramos las entradas a que nos devolvieran el dinero. Enseguida nos dimos cuenta por que. La zona de acampada era un secarral espantoso, con un suelo duro, como una carretera vieja que hubiera perdido el asfalto, donde era imposible clavar las piquetas de las tiendas. Gracias a nuestro vecinos catalanes por ayudarnos a acampar.
Bajo un sol infernal, la única zona de sombra de la zona de acampada era una raquítica carpa que no podía contener a la gente que allí se cobijaba, carpa que el domingo por la mañana parecía un vertedero de basuras. Las duchas y los baños también eran escasos.
Pero lo peor llegó cuando fuimos (tarde) a cambiar la entrada por la pulsera de acceso. Brujería ya habían comenzado y en el parking de la feria había una cola que lo recorría de extremo a extremo mas de tres veces. Calculamos unas 7000 personas. Lógico, teniendo en cuenta que sólo había a lo sumo una decena de ventanillas para atender al público. El ambiente se crispaba cada vez más y comenzaban los silbidos. Al cabo la gente rompió filas y se dirigió en masa y a paso vivo hacia las taquillas. Algunos abrieron las verjas y se colaron. Los más guardamos turno, agolpados contra las ventanillas, hasta que nos dieron la puñetera pulsera. Los trámites se agilizaron bastante con esa maniobra, a costa del susto de los empleados. Creo que realmente pasaron miedo. Podía haber sido mucho peor.
Cuando por fin entramos, concluía su actuación Black Label Society. Allí me cabreé bastante cuando vi que ya que parte de la pasta la ponía Ambar (marca de cervezas de Zaragoza) en las barras TENÍAN PROHIBIDO SERVIR CALIMOCHO. Solo cerveza y cubatas. ¿Pero en qué país vivimos?
Mención aparte al puesto de crêpes y parrillada argentina. Unos bocadillos de jamón a la brasa sencillamente brutales.
El último fallo de organización lo comprobé al finalizar la actuación de Megadeth. Gente. Mucha. Por todas partes. No se podía salir y me costo un cuarto de hora llegar a las barras del fondo. Recinto mal dimensionado.
Sin embargo, leí en el periódico que hubo un fallo más, con los autobuses que devolvían al centro a la gente que se había alojado en hoteles. Eran escasos, la gente tuvo que esperar y debió haber una pequeña pelea en la que tuvo que intervenir la guardia civil.
Por que todo esto? Porque esperaban 15000 personas. Y pusieron a la venta 30000 entradas. Y si pones a la venta 30000 entradas, tienes que esperar 30000 personas, porque te arriesgas a que vayan 20000 (como fueron, segun fuentes oficiales) o 25000 (como nos parece a algunos) y no quepan, y haya problemas. Porque el numerito de las pulseras no fue nada, pero podía haber sido muy gordo.
Por lo demás sonido de 10, generalmente. Kamelot muy buenos (y la corista, preciosa) . Con Dream Theater babeé. Me gustó mucho Ozzy, sobre todo por los músicos que le acompañan; Slayer brutales y Motorhead me gustaron mucho mas de lo que esperaba (ese pedazo de solo de bateria...). Solo me falló Blind Guardian. Comenzaron un poco tarde, sin telón de fondo, sin intro y un poco abruptamente. Dieron la talla, pero el sonido sonaba extraño, como mal mezclado. Al final, por los gestos de los organizadores pareció como si pretendieran, sin conseguirlo, tocar una canción más antes de la consabida Mirror-Mirror. Extraño.
En resumen, organización pésima salvada por al gran calidad de las interpretaciones. A ver el año que viene, que parece que quieren hacerlo tres días.