¡¡¡TENEMOS UN GANADOR!!! muchas gracias
@Apiertu-kun, sé que me explico fatal, pero lo has conseguido,
para ti, y para los demás, gracias también porque he descubierto varios juegazos que no conocía. Dicen que no está mal pero es muy mejorable. A mí, la idea sobre el papel, me flipa. Os copio parte de la sinopsis de Vandal
Headspun es un juego que mezcla aventura gráfica, full motion vídeo –secuencias de vídeo de imagen real– y gestión. La idea es meternos en la cabeza, literalmente, de Theo Kavinsky, un joven que ha sufrido un accidente y lleva varios días en coma. Nosotros vemos su cerebro como una especie de lugar físico, unas oficinas donde ahora reina el caos. Allí, controlamos a Ted, la personificación de una neurona –suponemos– que tiene que intentar arreglar semejante situación.
Para recuperar la mente de Theo y descubrir qué ha pasado vamos a tener que reparar diferentes departamentos que representan diferentes partes del cerebro, así como contratar a varios miembros del equipo, que representan las neuronas, para que nos ayuden a conseguirlo. Así, se introduce el componente de gestión, que sirve para poder progresar en la historia.
Para descubrir qué ha pasado tenemos que reparar el cerebro desde dentro, y sólo podemos hacer una cantidad de cosas determinadas cada día. Mientras Theo está despierto tendremos que realizar ciertas tareas. Por una parte, tendremos que hablar con la gente que viene a visitarnos –la doctora, un amigo, un detective...–, y por otra parte podemos hacer una serie de pruebas para ayudar a recuperar nuestro cerebro, y ganar de paso los puntos necesarios para arreglar departamentos y contratar neuroempleados.
Las secuencias ‘FMV’ se integran en el juego como si fuesen la visión de Theo.
Estas tareas son muy sencillas, y se limitan a responder preguntas de la gente que nos visita en las secuencias de imagen real o completar unas pruebas muy simples, como clicar sobre un icono con un cierto ritmo o completar un crucigrama muy básico. Podemos realizar pequeñas inversiones antes de cada prueba que nos permitirán ganar más punto y progresar a una velocidad mayor, aunque el progreso está bastante delimitado por los turnos, que corresponden con las horas de sueño de Theo.
Hay ciertas actividades que podemos hacer, como crucigramas o pesas, pero todas se limitan a clicar.
Entre sueño y sueño, podemos movernos por las neurooficinas en busca de nuevas tareas. Éstas tenemos que delegarla a los empleados que vayamos contratando, lo que hace que la experiencia sea bastante pasiva... y repetitiva. Así, entramos en un loop de secuencias FMV, gestión y exploración que no ofrece mucha sorpresa al jugador más allá de la historia. Sí, vamos desbloqueando nuevas pruebas y zonas, pero con un componente de aventura gráfica tan marcado, la falta de interacción y puzles merma la experiencia.
Desde luego, no es un título que recomendamos al que busque una aventura gráfica tradicional. Es muy sencillo, hasta el punto de que es básicamente cuestión de tiempo progresar y conseguir los recuerdos necesarios para reconstruir las memorias de nuestro pasado, lo que nos hace pensar que quizás habría sido buena idea apostar por otro tipo de jugabilidad...