Lo que está muy claro es que cada cual es libre de pedir por una cosa suya lo que crea conveniente.
Si tú la vendiste por 50 euros porque creías que era un buen precio, él puede ponerla en venta si quiere por 5.000 € y no le puedes decir nada porque ahora es suya.
Lo más fuerte de todo es que puede que de la campanada y la venda. Habrá triunfado y tú te tirarás de los pelos por habérsela vendido a un especulador... Casi mejor que no la hubieses visto!