Me das un billete de los nuevos y uno de los antiguos y no noto la diferencia (bueno, aparte de tener 10 euros más por el morro en el bolsillo). De pequeño si me podía pasar una tarde como un tonto mirando un billete como si fuera la cosa más exótica del universo, ahora con ver la cifra y que pase la prueba del tacto me sirve