Aquí otro que se llegó a conmover con el Súper Metroid (jugado y completado al 100%, en su época, después de meses de esfuerzo y escanear todas las habitaciones en busca de items escondidos). La verdad es que me costó mucho esfuerzo y llegué a sentir el vínculo creado entre el juego y aquel joven yo (jur jur) gracias a su capacidad de inmersión y grán ambientación.
La magistral banda sonora y su implementación sin lugar a duda responsables directos de la subida de pulsaciones según nos aproximamos al enfrentamiento final.
Hay... que píxeles aquellos.
Mucho mucho después... con SH, no sólo con la secuencia de la enfermera yonki que es pena pura y dura sino con todo el juego en si según vas jugando más y más además de una extraña sensación de inquietud, agobio y pánico a mi me produjo como una grán amargura interior por la manera de entender el argumento (ciertamente también me producía una absoluta adicción a jugar más y más... me sentía enganchado por algo que sabía que me producía de todo menos placer... que guay no?)
Hay... que polígonos cuadradetes con texturas dantescas y un motor 3D que se las veía y deseaba con la potencia de la psx para funcionar a duras penas.
No mucho despés... con SH2, con una grán ventaja gracias al enchufe que le otorgó para mi su predecesor este juego tendría que haber sido muy muy malo para que no hubiera imaginado si hacía falta virtudes que me emocionaran... afortunadamente creo que no hizo falta y justamente, sin usar el renombre del original es un título que crea un vínculo entre el jugador y la historia. Me quedó un cierto regustillo amargo de haber podido jugar al argumento del primero con el aspecto del segundo... pero no se puede tener todo en esta vida y si hubiera sido así (no pierdo la esperanza de que algún día Konami nos regale un SH con toda la potencia visual de hoy en día) probabledmente me habría dado un paro cardiaco en algún momento de aquellas madrugadas.
Otra vez el silencio y las melodias en los momentos adecuados me son imprescindibles para poder sentir estos juegos... como el ponerse hasta las trancas al pintor de Heroes para pintar el futuro.
Hace no mucho aunque ya me parezca una eternidad... con MGS3, aunque traté de luchar contra el vínculo emocional que vi nacer y crecer mientras jugaba y transformarlo en la parte de machote que podría tener el componente militar o de espionaje... fracasé absolutamente... claro que la realización es magistral, cualquiera se queda impasible.
Acabo de recordar que en la boda de Anju y Kafei del Majora's Mask también me noté alguna que otra palpitación rara... pero más bien porque en general en este juego lo que más habitualmente sentías era la desdicha de los habitantes ante la inminente catástrofe que se les 'echaba encima', y sin embargo en aquel momento, después de realizar alguna que otra quest opcional, al fin estos dos cumplían su deseo y su felicidad entre tanta mala sensación destellaba con grán fuerza... en fin el Majora's... o lo amas o te produce absoluta indiferencia y te parece una ñoriga indigna de la saga (hereje todo el que lo piense! jajaja es broma que rápido se abre la pelea de siempre)
... ummm, seguro que me dejó un buén puñado de momentos de estos, pero bueno... espero vivir unos cuantos más.
Saludos.