Yo tenia un vecino, cuyo padre dirigia un centro de reparacion de recreativos franco, al que le regalaron en el 89 un recreativa con el ghost n'goblins.
La tenia en el trastero en donde, todos los amigos, pasábamos la mayoría de las tardes pegándole duro.
Pero lo mejor no era eso, si no que algunos sábados por la mañana, el padre, nos llevaba a unos cuantos a la nave donde reparaban las maquinas y allí si que le pegábamos a tope a todas las recreativas que estaban reparadas.
Un auténtico paraíso.