Como siempre, el ansía de ganancias infinitas de las empresas lo acabará jodiendo todo.
Los usuarios de internet éramos el mismísimo demonio. Queríamos todo y lo queríamos gratis. El tiempo demostró que lo único que queríamos eran servicios a precios justos. Netflix y Spotify han hecho más por terminar con la piratería que los cientos de miles de millones de dólares invertidos en sistemas antipiratería "esta vez totalmente ineludibles" o las denuncias máxivas a usuarios.
Pero llegaron plataformas con gran contenido, precio justo y facilidad de uso. Y la piratería, como veníamos diciendo los usuarios, bajo de forma impresionante. Y se demostró que las empresas podian seguir siendo viables, rompiéndo records de ganancias en música cuando hace unos pocos años nos intentaban colar un CD con dos canciones decentes y siete de relleno por 18€ . Y enciman lloraban, no se me olvidara a "artistas" de este país, forrados de millones en patrimonio tanto personal como familiar, gritar con pancartas que "estamos pasando hambre por la piratería".
Y ahora volvemos al principio. Las empresas vuelven a ver entrar los millones y piensan "ummmm como podría multiplicar aún más ese río de billetes" ( recordad que para una multinacional el río de billetes jamás será suficientemente caudaloso). Pues sencillo, creo mi propia plataforma exclusiva y el 100% de las ganancias para mí.
Y claro el futuro es que el usuario tenga que suscribirse a 6 servicios de vídeo, un par de audio, más la cuota de fibra. Y se sorprenderán cuando el usuario medio, entre unas cosas y otras, no quiera dejarse 130-150€ mensuales en suscripciones+internet ( que en este país donde la crisis dice Europa que ya no existe es el 20%-25% del sueldo medio de la gran mayoría de jóvenes que tienen la suerte de tener trabajo).
Y el Torrent volverá a echar humo, y volveremos a la incomodidad de la piratería y las empresass verán cómo bajan sus ingresos de nuevo y claro la culpa, otra vez más, sera del usuario que es el demonio y lo quiere todo gratis.
Que vida más triste y absurda de verdad