AMD ha presentado durante la Game Developers Conference la solución que propone para, en palabras de su departamento de márketing, "los desarrolladores que juegan y los jugadores que crean". Una nueva tarjeta gráfica que combina dos GPUs de la serie Fiji XT en una única placa con refigeración líquida de bucle cerrado.
La Radeon Pro Duo sigue un esquema similar al del tope de gama de la serie 200, la R9 295X2, con los dos chips equivalentes a los que monta la R9 Fury X (el actual buque insignia) incorporados en una placa junto a sus respectivos bloques de memoria HBM 1.0, de 4GB cada uno. El logro de reducción de tamaño de la versión R9 Nano que la compañía presentó en agosto del año pasado (con la misma especificación que una R9 Fury pero casi la mitad de espacio necesario) ha hecho posible una integración muy compacta, abriendo camino a la posibilidad de montar dos de estas tarjetas en lo que sería un Crossfire a cuatro bandas.
En AMD no han dudado en calificar a su nueva tarjeta como la más potente para videojuegos del mundo, y la han presentado como una solución híbrida (característica que se hará visible a través de sus controladores) para el desarrollo de experiencias en RV y el disfrute de las mismas y de videojuegos en general, beneficiándose del kit de desarrollo LiquidVR y de la asociación con Crytek para la puesta en marcha de laboratorios de creación de contenidos en instituciones de formación. El precio de la tarjeta se sitúa también en un escalón por encima del habitual en los productos para entusiastas, alcanzando los 1.500 dólares en su puesta a la venta que se espera para principios del segundo trimestre de este año.
En cuanto a cifras, aunque desde la compañía aún no han proporcionado algunas especificaciones concretas como la frecuencia a la que correrán sus GPUs (1050Mhz en las Fury X), sí han afirmado que la potencia de proceso alcanza los 16 teraflops. Por otra parte, las fotos distribuidas durante el evento muestran la presencia de tres conectores PEG de 8 pines, convirtiéndose en el primer diseño de referencia preparado para un consumo de hasta 525W (150W por cada conector más 75W del bus); aunque por su construcción basada en la R9 Nano, la cifra oficial es de tan sólo 350W, dejando un enorme margen para el overclock.
Por supuesto, el dispositivo adolecería de las mismas limitaciones que cualquier otra solución multi-gpu, ya que si el software no exhibe una apropiada compatibilidad con Crossfire el rendimiento cae al nivel de una gráfica de un precio inferior a la mitad, aunque muchos esperan que los APIs Directx 12 y Mantle eliminen o reduzcan este problema estableciendo un soporte universal para estas configuraciones. Adicionalmente, el esperado paso al siguiente nivel de integración (la serie Polaris de 14nm en el caso de AMD) podría brindar gráficas de potencia equivalente con un diseño de GPU única.