Hace algunos días Nvidia daba la campanada con la
compra de ARM por 40.000 millones de dólares; una operación de profundas implicaciones para la industria y que no por esperada resultaba menos impactante. Pero 2020 podría cerrar con otra megaadquisición. Una con la que muy pocos contaban. Y es que según fuentes consultadas por el
Wall Street Journal, AMD estaría dispuesta a hacerse con Xilinx por más de 30.000 millones de dólares.
Según el diario económico estadounidense, las negociaciones entre AMD y Xilinx se encontrarían en una fase avanzada. De concluir satisfactoriamente, AMD pasaría de ser un simple fabricante de procesadores en una firma líder en segmentos donde ahora ni siquiera suena su nombre.
Xilinx, no en vano, es la firma que en 1985 inventó la tecnología
FPGAy se encuentra presente en multitud de sectores, desde la automoción (a través de sistemas de conducción autónoma) a la producción industrial, pasando por la industria aeroespacial y diversos proyectos de defensa. Sus procesadores programables se encuentran en lugares inimaginables, y de hecho, la compañía se vio impactada cuando las sanciones de Estados Unidos contra Huawei bloquearon la venta de sistemas FPGA relacionados con las comunicaciones 5G.
Xilinx está presente en sectores tan alejados de AMD como la exploración espacial. Dado el papel pionero de Xilinx en la industria, su compra otorgaría a AMD un repertorio de patentes extraordinariamente valioso. También aseguraría su presencia en nuevos mercados y los conocimientos técnicos para seguir mejorando tanto sus CPU como sus GPU, puesto que actualmente las arquitecturas hacia diseños mucho más programables.
La compra de Xilinx, asimismo, abriría también un nuevo frente con Intel, puesto que su eterno rival también está presente en el mercado de las FPGA desde que en 2015 se hizo con Altera, el principal rival de Xilinx, por cerca de 17.000 millones de dólares.
Dicho todo esto, a nadie debería escapársele el hecho de que 30.000 millones de dólares es mucho dinero, pero aún lo es más para AMD. A pesar de su recuperada lozanía gracias al éxito de Ryzen, las rentas generadas por sus nuevos procesadores son todavía escasas y recientes. Como referencia, los beneficios del segundo trimestre fueron de 157 millones de dólares. Absolutamente brillantes si se considera que hace poco AMD estaba al borde de la quiebra, pero hay loterías mejor pagadas.
Esta evidente falta de liquidez podría facilitar la compra no mediante dinero en efectivo, sino a través de la venta de acciones. El valor en bolsa de AMD ha crecido un 89 % durante lo que llevamos de 2020 y ya alcanza los 100.000 millones, por lo que es una vía asumible, en especial si se combina con deuda.
De acuerdo con el Wall Street Journal, la compra de Xilinx podría cerrarse la próxima semana.
Fuente: Reuters