Os pongo en situación. Este verano conocí a una chica. En realidad ya la conocí hace unos tres o cuatro años, pero sólo la vi un día y nunca más volví a saber de ella. Yo ya no me acordaba de ella y de repente, este verano, empezó a seguirme en redes sociales y finalmente, acabó uniéndose al grupo de mis amigos de toda la vida, puesto que todos ellos también se conocen. Con el transcurso del verano, se fue notando que había un intento de tirar la caña, especialmente por mi parte. Finalmente, un día acabamos liados en la playa y durante semanas se produjo una idea y venida de "Queremos que este rollo vuelva a pasar" y "Esto no puede pasar más, somos amigos y nos estamos metiendo en terreno resbaladizo", entre otras movidas y complicaciones de por medio. En definitiva, sin planearlo ni nada, nos estábamos convirtiendo en amigos de rollete hasta que finalmente pasó a cosas mayores, ya me entendéis. Amigos con derecho a roce. Y esto ha permanecido así hasta ahora. Llevamos con este rollo por lo menos tres o cuatro meses. Y quizá hasta cinco, si contamos el período de dudas e incertidumbre.
El caso es que hace ya tiempo, cuando decidimos "oficializar" entre nosotros dos este rollo de amistad con derecho, dejamos bien claro por ambas partes, que no eramos pareja, que no había sentimientos ni nada, que cada uno era libre de conocer y de hacer lo que quisiera con quien quisiera. Por su parte, ella en cuanto a esto era mucho más liberal, pero yo reconozco y le expliqué en varias ocasiones, que yo me sentía a gusto con ella, que no me interesaba tener varios líos a la vez. Entonces, cuándo ella se liaba con alguno, pues yo me sentía un poco mal. Pero las cosas cambiaron. Con el paso del tiempo, hemos ido cogiéndonos más cariño, nos hemos ido conociéndonos más, intimando en muchos sentidos y finalmente, ella me dijo que tampoco quería conocer a más tíos ni tener otros líos ni nada, que sentía y se arrepentía por los otros tonteos, básicamente porque entre nosotros se ha creado una conexión especial, una química. En otras palabras, que lo que sentía yo al principio, lo de no querer nada con otra persona, pues a ella le ha acabado pasando igual. Además, quizá al principio ni había nada de sentimiento y era pura atracción, pero ahora sí que hay un sentimientos. Nos gustamos. Nos queremos, aunque sí que es cierto que no estamos enamorados. Pero es un cierto que ha ido haciéndose cada vez más intenso con el paso de los meses y sigue creciendo. Quedamos para ir al cine, para ir a cenar, para hacer nuestras intimidades, hablamos casi todos los días, etc. Parecemos una pareja, pero no lo somos. Aunque eso tampoco tiene sentido, porque aunque no lo queramos aceptar ni oficializar, lo de que somos pareja, porque no lo somos, a fin de cuentas hacemos las mismas cosas que unos novios. Lo mismo. La única variación a lo mejor es que en vez de amarnos, nos queremos. Y ahora viene el pero, el problema...
Ella y yo somos terriblemente diferentes en todos los aspectos. En absolutamente todo. Pero no me refiero tanto a temas de gustos y esas cosas. Es más con la forma de ser, la forma de ver las cosas, de carácter, actuar, etc. Dicho de otra manera, ella tiene 21 años y yo 24. Yo no soy el tío más maduro e inteligente del universo, pero sí que me considero alguien con dos dedos de cabeza, alguien culto, que razona, que piensa, etc. Ella es todo lo contrario e incluso lo reconoce: es inmadura hasta decir basta, se comporta como una cría muy infantil, no es nada responsable, es caótica, nada organizada y tiene un nivel de cultura/razonamiento un tanto bajo. Esto me sabe mal decirlo, pero es la verdad. Y a la mínima que nos ponemos a hablar de algo medianamente serio, salen chispas, porque ella tiene un pensamiento que no hay por dónde cogerlo, totalmente inmaduro y a veces suelta barbaridades que me hace coger y replantearme todo nuestro rollo. Pero seguimos con esto por una razón: Porque yo tengo claro que ella no es mi novia y no es la mujer de mi vida, no es la chica con la que quiero encauzar una relación o proyecto de futuro. Por esto, creo que seguimos de rollo, porque al final no me importan demasiado sus tonterías. He aprendido que no merece discutir con ella. Si fuese la persona la cual amase y quisiera salir realmente con ella, otro gallo contaría. Y aquí llegan mis dudas:
Si yo tengo claro que no estoy enamorado y que no me voy a enamorar de ella, porque es totalmente lo opuesto a mi prototipo de persona con la que tener una relación seria, ¿para qué seguir con esta historia? Es decir, ya os he dicho que cada vez nos tenemos más y más cariño, pese a lo diferentes que somos, porque una cosa no quita la otra, pero tarde o temprano, uno de los dos se cansará de este rollo, o bien conocerá a otra persona y dejará dolido al otro o bien, que sería lo ideal, pueda pasar que uno de los dos ponga fin por el motivo que sea y quedemos como amigos, pero después de lo vivido creo que es bastante complicado volver a normalizar la situación, al menos en un espacio corto de tiempo. En resumen, hemos vivido cosas muy pero que muy especiales, algunas mágicas que permanecerán siempre en nuestra memoria. Y no queremos que se acabe nuestra amistad, pase lo que pase. Ella dice que no me caliente la cabeza (ya le he expuesto todo esto que os estoy explicando), que deje de pensar en el futuro, que me centre en el ahora y que ya se verá. Y en parte estoy de acuerdo, tengo amigos que se sienten muy solos porque nunca han tenido pareja y yo no debería de estar rallándome, pudiendo disfrutar de una relación de este tipo, sin los inconvenientes de una relación de pareja seria. Pero vuelvo a repetir, no puedo dejar de pensar en que esto tarde o temprano tendrá que acabar, porque en tres meses yo haré los 25 años y me interesa conocer a alguien realmente especial, como lo fue mi primera novia hace ya cuatro, casi cinco años. Desde aquella primera relación, solo estuve "saliendo" a distancia con una chica durante cuatro meses y ya está. Por eso echo de menos en tener una novia con mayúsculas, porque hace ya mucho de mi primera pareja. Y no quiero que esta amiga con derecho a roce acabe enamorándose o sufriendo o algo así. Y también me lo aplico a mí (Menos lo de enamorarme, eso ya sé que no me va a pasar con ella).
En definitiva y no me enrollo más. ¿Merece la pena seguir con esto? Está ya durando mucho y eso significa que hay sentimientos, que hay algo que va a más. Sinceramente, no sé si me siento a gusto con este tipo de relación. No me había pasado nunca antes y depende del día, me gusta y no me gusta. Por otro lado, siempre he sido una persona que viva las cosas intensamente, con pasión. Y me gusta que por una vez en mi vida, me tome algo un poco a la ligera, estar de rollete con esta chica, sin nada serio. Pero me preocupa el futuro. No le veo lógica seguir si sé que no voy a estar siempre con ella, ¿no? Siento el tocho y gracias por los consejos de antemano.