Cuando me entere de la noticia solo sentía odio, pesar, angustia y malestar general. No conseguía concentrarme en un examen pues pensaba en los otros dos, y cuando intentaba concentrarme en estudiar pensaba en ese viernes no solo perdido sino destrozado y arrancado de mis entrañas de una forma dolorosa y angustiosa.
Ahora a dos días del fatídico día me veo en la situación de que suspender los tres o aprobar los tres conlleva pocas horas mas o menos de estudios, estoy en la cuerda floja y en vez de concentrarme más me distraigo más, miro mas tonterías que menos, miro cosas que no debería mirar, dejo el messenger abierto para decirle a la gente que no me hablen que estoy estudiando.
Y encima de todo me pongo a escribir este parrafazo en vez de seguir estudiando.
Larga vida a las distracciones mientras se estudia.