A ver, que os expongo el asunto.
Mañana tengo examen final de Lengua Castellana, y en él tengo que hacer un analisis de un texto (expositivo o argumentativo).
Mirnado en paginas y tal, he encontrado este texto, que se supone, por el tipo que es, podria entrarme.
EL QUIJOTE
El Correo (16/04/2005)
Cuando mi padre era pequeño en el internado de Olot, un pueblo al norte de Cataluña en la falda del Pirineo donde hacía un frío tan intenso que le salían sabañones en las orejas, era obligatorio aprender de memoria el primer capítulo del Quijote. Y cuando lo sabían había que aprender el segundo, y luego el tercero. Así, mi padre se sabía de memoria toda la primera parte igual que debían sabérsela un número considerable de niños de las que estuvieron en aquel colegio de maristas en los años del primer tercio del siglo XX. A mi padre esta práctica no le quitó el gusto por el Quijote que nos contaba como si de chistes se tratara, o de historias cargadas de humor y diversión. Pero me temo que no fue así en todos los casos.
Hasta hace bien poco tiempo el Quijote parecía reservado a los expertos e investigadores que elucubraban sobre una coma o un adjetivo determinados y a los niños de los colegios obligados a leer el libro como si se tratara de un castigo. Ya sé que exagero pero algo hay de verdad en lo que digo.
En este año de gracia de 2005 que celebramos el 400 aniversario de la publicación de la primera edición, el fasto de noticias sobre Cervantes y sobre su obra llenan las salas de actos y exposiciones de todo el país, pero han perdido aquel aire polvoriento de antaño. Hoy podemos ver el Quijote desde mil distintos puntos de vista, tenemos a nuestro alcance películas, textos, ediciones antiguas y modernas y toda clase de iconografía dedicada a nuestro héroe. Y también las nuevas tecnologías se han sumado al evento, dándonos mil posibilidades de acercarnos a él de una forma más acorde con los tiempos que vivimos a fin de que finalmente sucumbamos a la tentación de leerlo o de releerlo, habiéndonos convencido, además, de que el Quijote no necesita orden ni disciplina para disfrutarlo sino que cualquiera desde la infancia hasta la vejez puede abrir el libro y leer cualquier capítulo, disfrutar de su lectura y dejarse vencer por la tentación de leer el siguiente. Si los niños se entusiasman por Harry Poter ¿por qué no habrían de hacerlo por Don Quijote de la Mancha ahora que ha dejado de ser una obligación y tiene puede convertirse en una diversión?
El que no quiera leerlo, el que renuncie al privilegio y al placer de su lectura, es muy libre de hacerlo, pero al menos, con tanto fasto y celebración, entenderá el orgullo de contar, entre los ciudadanos que han vivido en este país, a uno de los mayores genios de las letras admirado en todos los países del mundo.
Rosa Regàs
Se que es una putada para vosotros, pero algun alma caritativa, me puede asegurar que este texto es una mezacla de EXPOSITIVO-ARGUMENTATIVO, y darme algun razonamiento?
Esque si me sale un texto de este tipo, no sabria decir porque es asi.
mil gracias a todos los que lo intenteis.
aio!