Lo que me falta por contar del viaje lo haré en este último capítulo, ay qye debido a mi vaguería al escribir ya no me acuerdo de la mitad de las cosas...
Cuarta parte: ¡Viva Argentina!
Finálmente, aquel día pudimos hacer snow. Después de la charla que nos dieron los profesores antes de dejarnos libres hasta la hora de las clases, lo primero que hice fue irme con los amigos bajando una de las pistas verdes, es decir, de las pisats fáciles, y mi sorpresa fue que la bajé un rato bien, no me había olvidado de nada. La nieve estaba perfecta, sin ningún montículo en medio de las pistas, y bastante blandita. Después ya nos empezamos a bajar pistas azules, y bueno, más de una caída en cada descenso había, pero estaba orgulloso de recordar como se usaba la tabla. Así estuvimos recorriéndonos parte de Soldeu hasta la hora de las clases. Casi la mitad del tiempo pagado para ello se dedicó a hacer los grupos, tanto pruebas de nivel como separarnos por compañías de seguro, etc... A mi me tocó en el segundo nivel, para solo haber echo snow un día, no estaba mal...
La clase fue lo peor del mundo, el profesor era un argentino más reído que nada, y nos cogió manía a unos cuantos, a no paraba de faltarnos... A un amigo mío le llamaba Jamiroquai, a mi chinito, a otro buzón (tiene la boca enorme), a otras chicas no recuerdo pero también se metía con ellas, en fin, un descarao... Esas chicas dejaron la clase y dijeron que no volvían, y otros cuantos más también. Pero lo peor estuvo casi al terminar la clase. Como el profesor nos metía tanta prisa, yo intentaba bajar al ritmo suyo para no quedarme atrás y me dijera algo. Vamos, que en una bajada me pegué un ostión tremendo. No me hice apenas daño, pero en esa misma bajada al cantear (frenar) mi rodilla crujió, y ma caí. Yo tengo la rodilla mal desde hace bastante, y esta vez se me había quedado totalmente bloqueada. Y cualquiera le decía algo al profesor, asi que con la rodilla echa una put* mierda, porque me pongo de los nervios al recordarlo, tuve que bajar hasta el huevo haciendo snow y encima deprisa para que el impresentable del argentinito no me pusiera a parir. Cuando llegamos abajo, solo quedaba una bajada más para terminar la clase, pero le dije al personajillo aquel que dejaba la clase, que gracias por joderme la rodilla, y me fui sin esuchar si me decía algo, no estaba en condiciones... Bajé a la enfermería con otro amigo que se habñia echo daño en la muñeca también, y allí estuvimos como 3 horas hasta que nos hicieron las pruebas y demás. Lo mio fue un esguince de rodilla, me pusieron una cerula y me dijeron la peor noticia que me podían haber dado... No podía hacer snow en lo que quedaba de viaje. Mi amigo igual, esguince de muñeca y escayola al canto. Asi que estuvimos allí en la estación muriéndonos de envidia hasta que llegó la hora y nos volvimos todos al hotel. Todos contando sus hazañas, sus saltos, y nosotros 2 tristes, muy tristes... Gracias argentino.