Eso es bueno y malo, por una parte tenemos muchos dispositivos compatibles con Android, lo que potenciará mucho las aplicaciones de terceros.
La mala es que hay una fragmentación del mercado brutal y si encima el sistema se puede modificar al antojo del fabricante, pues te pueden vender algo sin el Android Market o altamente capado como un Archos que se vende. La otra mala es que como no todos los dispositivos son iguales, las actualizaciones pueden tardar o directamente ni llegar, véase HTC. No sé, pienso que debería estar algo más controlado, no tan a lo Apple pero sí un entremedio.
Un arma de doble filo sin duda.
Saludos!