<[Aniquiladores]> Capitulo 1

Como podeis ver este es el principio de un relato que hace tiempo que empecé. Ahora quiero retomarlo y me gustaría compartirlo con todos vosotros ;)
Lo voy a subdividir en varios mensajes en el mismo hilo para facilitar su lectura por lo que propongo que si quereis postear vuestras opiniones (eso espero :) ) que lo hagais al final del capitulo.
¿Y cómo sabremos cuál es el final del capítulo? Pues lo pondré claro y en negrita ;)
Los pasos se hacían eco en las silenciosas y oscuras calles. Las luces de neón de diversos establecimientos alumbraban con luz tenue su silueta. Su larga gabardina de oscuro color negro acentuaba su sombra en la noche como fantasma sin rumbo y sin fin. Su larga y lisa melena negra caía sobre su espalda con naturalidad, sin rebeldía. Sus ojos eran luminosos y llenos de fuego en una mezcla de colores, entre el castaño y el verde. Nadie podía reparar en su mirada, estaba saturada de rabia y violencia. Sus labios eran geométricamente perfectos y con un grosor apropiado, con fondo blanco y bien distribuido. La nariz era de medidas justas, bien situada y sin deformidades. La tez era suave, tersa y algo blanquecina. Las cejas se adaptaban a la superficie de la frente siguiendo las curvaturas de los ojos que poseían fuertes pestañas. Su barbilla era redondeada y a juego, no podía fallar. Todo estaba coordinado y con rasgos de perfección, hasta en sus movimientos, naturales y desenvueltos.

Avanzaba por la calle con seguridad, aunque no sabía bien a dónde se dirigía. No obstante conocía qué tendría que hacer llegado el momento. Esta no era la primera vez que le pasaba y se había acostumbrado. Lo único a lo que le costó adaptarse fue a levantarse por las mañanas de su cama sin acordarse de haber llegado hasta allí. Era como si desde un determinado momento de la noche hasta que se despertase hubiera un bucle en el tiempo inaccesible para su memoria. Por un tiempo, sus temores englobaron desde el sonambulismo hasta las posesiones espirituales. Pero fue corta la estancia de aquellos pensamientos en su mente. Sabía que era algo innato y natural en su persona, había nacido con un don. Era lo más sorprendente: no sabía que le ocurría pero era capaz de darle solución con la palabra “don”. Sin duda era una persona especial.

Su carácter era frío y distante. Su forma de actuar era impulsiva y violenta. Se guiaba por el instinto y tenía un gran poder manipulando las mentes con palabras. Sentía la necesidad de controlarlo todo, como si fuera la única persona capaz de hacerlo. Provocación, una palabra indispensable en su vocabulario. Involucrarse en debates que provocaba era su mayor diversión. Era entonces cuando se hallaba en un púlpito, por encima de los demás, malversando palabras de otros, adecuando frases a su gusto y dándole la vuelta a los conceptos, devolviéndolos con fuerza y sin salida para que no se pudiese negar nada. En realidad, no deseaba mal a los demás, era una buena persona, pensaba más en los demás de lo que la gente creía y veía. No perdona, siente pero no llora, observa y calla. Sabe el momento preciso para actuar y lo hace con las manos limpias. Recuerda cada instante de su vida de la que es consciente y no omite detalle por pequeño que sea. Su proceso de recuerdos se acumula en su memoria con imágenes, sonidos, orientación, sentimientos y pensamiento. Todos los recuerdos acumulados los utiliza con neutralidad, como todas sus acciones, sin opiniones y sin influencias. Con este método es capaz de controlar pensamientos de otras personas, desmontarlos y detectar su causa y finalidad. Su mente es complicada y a la vez sencilla y clara, pero sólo una mente como la suya puede verla así.
Velocidad, sí, más velocidad y ruido en los motores. Una canción armoniosa para sus adaptables oídos. Capaz de controlar el volumen interno en sus oídos de los sonidos externos. La rapidez en un vehículo es lo más excitante. Con tan sólo imaginar la capacidad y potencia de un motor capaz de lanzar un objeto a 300km/h, ya se estremece. La intensidad y valores máximos son los que hacen que sea una persona fuerte y solitaria. Su único compañero es su deportivo y su única amiga, la computadora que lleva siempre consigo. En estos tiempos, no es raro ver a alguien atraído por éstas cosas, sin embargo, él las hace especiales. Sabe dominar el coche como nadie, gracias a sus rápidos reflejos y su facilidad ante el volante, y comprende totalmente un ordenador que, llegado el momento, preferiría hablar en código binario a su idioma natal. De constitución delgada y pasa desapercibidamente como un fantasma hasta que decide dejarse ver, sin ni siquiera hacer un movimiento, como si fuera una bombilla que se apaga y se enciende. Al hablar da seguridad y sensación de armonía, como si entraras en trance. Ojos castaños que acentúa su carácter rebelde y su lado humano.

Conducía en plena noche por las difíciles calles de la ciudad. Se le había hecho habitual dar muchos giros al volante e ir a baja velocidad por el centro. No le importaba siempre y cuando no hubiese ningún aletargado coche delante. Cuando esto ocurría, se ponía de los nervios, apretaba el volante con sus fuertes manos y cambiaba de camino.

Se paró en un semáforo y miró al su alrededor. No había nadie, ni para mirar ni para atropellar. Apretó el embrague y el coche se desplazó suavemente, como quien no quiere, hacia delante. De pronto, pisó el freno y el vehículo se quedó inmovilizado. Había sentido algo que se salía de su percepción humana. Giró la cabeza hacia la izquierda, mirando hacia el final de un callejón lleno de basura.
Sabía que estaba a punto de empezar el baile. Se apartó el cabello con su mano izquierda y la otra la introdujo en la gabardina para sacar una pistola semiautomática. Sacó el cargador y miró si estaba lleno. Después lo volvió a implantar.

Caminaba con ligera rapidez. Su corazón latía con fuerza y sentía la sangre golpeando la sien. Sus manos estaban cerradas y se mantenían secas. Su mente se preparaba para lo peor, sin embargo, su eficacia se interponía en la palabra fallo. Lo tenía todo calculado y meditado. No iba a fallar y lo sabía.

Miró a lo lejos y observó su objetivo. De súbito, dejaron de oírse sus pasos en el silencio de la noche. Preparó la semiautomática y comenzó a correr. El sigilo de sus movimientos le daban la apariencia de un fantasma, un espectro salido de las sombras más oscuras.

Su víctima giró la cabeza hacia un lado y aprovechó la oportunidad. Levantó el brazo en su dirección y apretó el gatillo de su arma. Los casquillos de las balas lanzadas se desprendieron de la pistola con enorme rapidez. El ruido de los impactos en la carrocería del coche creó el murmullo de la noche. Saltaron cristales y chispas que se desperdigaron por todo el suelo. La reacción de su víctima había sido muy rápida y había conseguido agacharse a tiempo. Pero el baile sólo acababa de comenzar.
De pronto, advirtió un pequeño ruido en el lado opuesto. Sabía que no tenía tiempo de mirar y cometer el error del principiante. Se agachó lo más rápido que pudo y sintió el ruido de una bala surcar el aire por encima de su cabeza. De seguido, una lluvia de cristales llenó su cuerpo mientras escuchaba los impactos de las balas en su preciado vehículo. Metió su mano debajo del asiento y sacó su recortada de doble cañón. Esperó la pausa idónea para incorporarse, pero el cargador de la pistola que lo tenía por objetivo era muy largo. Sabía que su oponente no era un cualquiera y que apenas tardaría un segundo en cambiar la munición.

La pausa se produjo y se incorporó con rapidez y apuntando hacia su blanco. Para su sorpresa, antes de que pudiese disparar, su enemigo se dirigía hacia su coche con enorme rapidez y en diagonal. Por lo que parecía no pretendía volver a cargar su pistola, sino embestir su agujereado deportivo. Disparó una vez y las dos balas salieron con estrepitosa velocidad. Pero no fue la suficiente para alcanzar aquel individuo en movimiento. Volvió a disparar pero era demasiado tarde, había entrado en contacto con el coche y lo empujaba hacia el callejón que momentos antes había mirado.
Había tenido suerte en sortear las balas y ahora su propósito consistía en aplastar el vehículo contra la pared. Al estar atravesado, las cuatro ruedas ejercían excesivo rozamiento, pero no el suficiente. La potencia de sus piernas empujaban el suelo con rabia y la fuerza de sus brazos comenzaba a doblar la carrocería.
Mientras, su mente contaba los segundos que faltaban para que la policía llegase al lugar, porque, sin duda, estaría al tanto del alboroto establecido por las colisiones de las balas y las chirriantes ruedas que comenzaban a humear.

El coche no entraría entre las estrechas paredes del callejón y la única solución era salir de allí cuanto antes. Esperaría a estar lo suficientemente cerca para saltar justo cuando el deportivo tocase los muros.
Se aferró a su recortada y se sentó en la ventanilla con las manos colocadas en el techo y esperando a que la inercia le diese el impulso de salida. Empezó a contar en su mente el tiempo que le quedaba.
Uno.

Destrozaría el coche, no podrán sacar su cuerpo del amasijo de hierros que se formará.

Dos.

Un impulso final y trabajo hecho.

Y tres.

Impacto

La fuerza de salida era mayor de lo que esperaba y salió disparado con tanta velocidad que no tuvo tiempo de preparar su caída sobre el suelo.

El ruido fue ensordecedor justo cuando el coche se dobló por la mitad en aquel estrecho callejón. Pero no bastó con el impacto, tuvo que apretar hasta que escuchó el momento antes de la explosión, que le dejó tiempo para saltar hacia atrás y apartarse del vehículo en inminente explosión.

El suelo se acercó hasta su espalda y la golpeó duramente. La fuerza del impacto hizo que soltase el arma y por instantes se quedó sin respiración. Después escuchó una enorme explosión de la que le llegaron fragmentos de metal. Sintió el abrasivo calor desprendido y la fuerte onda expansiva.
No tenía tiempo para descansar ni un momento, su vida estaba en juego. Recuperó el aliento y se levantó buscando la recortada con la mirada.

La onda expansiva fue tan fuerte como para empujar su cuerpo hacia la fachada del edificio que tenía detrás. No se quemó pero consiguió un buen golpe en su dorso. Se le nubló la vista y, por un momento, dejo de sentir sus extremidades. Cayó al suelo casi inconsciente. Había perdido la orientación y los oídos le zumbaban a causa del tremendo ruido producido.

Cogió la recortada y observo su coche envuelto en llamas. El callejón sólo tenía una salida y estaba bloqueada por el fuego. Tomó carrerilla y corrió tanto como pudo. En el momento en que los fogonazos acariciaban su rostro salto con todas sus fuerzas. Le sobró altura y al caer, sus piernas se flexionaron.
Se incorporó y observo el cuerpo de su cazador tendido en el suelo. Parecía tener una conmoción y no podía defenderse. Se acercó y apuntó con su arma hacia su cabeza.

Como si fuera un reflejo, movió su mano con rapidez para aferrar un frío metal y desviarlo de su trayectoria. Abrió con lentitud los ojos y observó la figura de su objetivo sosteniendo un fusil. Reparó en sus ojos y los memorizó.

De repente, las sirenas sonaron por todas partes y, aunque reacios a dejar la batalla sin ganador, se desvanecieron en la noche.

Tenía demasiada confianza en sí y había fallado por esa causa. No había tenido la velocidad necesaria para eliminar a su presa, la curiosidad había disminuido la rapidez sus acciones. Y ahora debía volver con las manos vacías a su hogar, como si no hubiera pasado nada. Pero volverían a verse, hacer tablas no dejaba buen sabor de boca.

Había sido la peor de sus noches. Su coche había sido destruido por completo y la fría muerte le había arañado el alma. Pero la experiencia le indicaba que la noche continuaría mañana, hasta que alguien cayese muerto. Dejaría de ser una persona tranquila y confiada para convertirse en un ser despreciable desde el punto de vista humano y calculador. Ahora llevaría consigo el factor sorpresa y pasaría de ser el objetivo a ser el cazador.






FIN DE CAPÍTULO
Muy buena... me ha gustado mucho, pienso que demasiadas descripciones (supongo que solo de momento) y ningún diálogo :( :(.... pero bueno... está muy bien.

Y además... ¿¿Quién coño son esos??... Porque no creo que un humano normal doble un coche!!!! (o me he saltado alguna línea o aún no lo has dicho) XD XD ;)

Espero el siguiente ;)
X-D X-D Por ahora lo de las descripciones es momentáneo y más bien pa despistar al personal X-D

Bueno .... el resto ya se verá.... [angelito]
7 respuestas