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La crisis capitalista está llevando a la ruina a importantes sectores populares. Será la clase obrera quien, en primer lugar, soporte las consecuencias de la crisis. La tasa de explotación se incrementa día a día: se extiende la precariedad, aumenta el desempleo y la siniestralidad laboral, se alarga la jornada laboral, se realizan horas extras que no se pagan y continúa imparable la pérdida de capacidad adquisitiva de los salarios. Todo ello acompañado de un endeudamiento insoportable para las familias trabajadoras, atadas de pies y manos por préstamos e hipotecas que incrementan el beneficio del capital financiero, expresión más parasitaria del capitalismo.
La pequeña burguesía y sectores de la burguesía no monopolista comienzan también a pagar las consecuencias de la crisis económica. El incremento de los costes de producción, consecuencia directa de la anarquía y del expolio constante de los recursos naturales que caracterizan al sistema imperialista mundial, conduce directamente a la sobreexplotación de la clase obrera y a la ruina y proletarización de las denominadas capas medias, incapaces de competir con los monopolios. Toda crisis capitalista es acompañada inexorablemente del consiguiente proceso de centralización de la producción y de concentración de la propiedad en manos de los monopolios.
Las movilizaciones del sector pesquero y del transporte son consecuencia directa de la crisis y de las dimensiones que puede adquirir el conflicto social ante la creciente desesperación de importantes sectores populares. Ante las movilizaciones del sector del transporte queremos manifestar los siguientes aspectos:
* Nuestra más contundente crítica a los sectores dominantes del sector, a los grandes propietarios y a sus organizaciones, que como auténticos tiburones buscan seguir incrementando sus beneficios y aumentando su cuota de mercado llevando a la ruina a los pequeños transportistas y explotando hasta la extenuación a los trabajadores y trabajadoras del sector. Exigimos el abono de los salarios a los trabajadores y trabajadoras que se han visto forzados, directa o indirectamente, a no desarrollar su trabajo por voluntad exclusiva de los patrones.
1.
* Nuestro respaldo a las reivindicaciones y a toda movilización a los trabajadores y trabajadoras del transporte enfrentados a su propia patronal, que les obliga a realizar jornadas extenuantes a camino de salarios de miseria. Y de los trabajadores autónomos, a los subcontratados, a quienes los monopolios repercuten los crecientes costes de producción, les imponen las tarifas, y les obligan a pasar la vida en la carretera para no llegar siquiera a fin de mes.
2.
* Nuestro respaldo a los trabajadores de la mar, a los pescadores y pescadoras, que ven cómo sus penosas condiciones laborales se suma un asfixiante incremento de los precios del combustible que llevará al desempleo a importantes sectores mientras el Gobierno es incapaz de frenar las constantes importaciones al ser parte implicada en el reparto de caladeros y de cuotas de producción y mercado entre las potencias imperialistas del la UE.
Fruto del imparable proceso de concentración capitalista, la estrategia de las grandes empresas del transporte pasa tanto por el aumento de la explotación de sus trabajadores y trabajadoras como por la eliminación de todos sus competidores más débiles. En un momento de crisis estructural del transporte por carretera, este proceso de concentración, igual que el de explotación, se agudiza y expresa con claridad la contradicción de clases existente en la sociedad capitalista. La gran burguesía frente a la clase obrera y los sectores populares de la pequeña burguesía (campesinado, pequeños armadores, transportista autónomos con unos pocos empleados, pequeños comerciantes, taxistas…). La ofensiva capitalista, pretendiendo que la crisis que exclusivamente han generado ellos la paguemos la clase trabajadora y los sectores populares se desarrolla contra todos y en todos los frentes: directiva de las 65 horas semanales, pérdida de poder adquisitivo de los salarios, horas extras que no se pagan, incumplimiento de convenios colectivos, ETTs, monopolios, beneficios fiscales para las grandes empresas…
Ante esta situación el PCPE hace un doble llamamiento a la clase obrera y a todos estos sectores populares objetivamente afectados por el desarrollo capitalista a que unan sus fuerzas en la lucha contra el sistema capitalista. Corresponde, como clase socialmente emergente, a la clase obrera y a sus organizaciones políticas y sindicales ofrecer un marco de colaboración a estos sectores de la pequeña burguesía condenados a proletarizarse. Ellos, esa pequeña burguesía en decadencia económica y social, deben aceptar ese ofrecimiento y, asumiendo, su destino social iniciar, unidos con la clase trabajadora, una lucha consecuente por sus derechos como trabajadores y contra los monopolios y las grandes empresas del sector del transporte. La mayoría de estos llamados autónomos son trabajadores obligados por las empresas para las que trabajan a convertirse en falsos empresarios. Su lucha está en dignificarse como trabajadores/as y no en pretender alargar su inevitable agonía económica y social.
Denunciamos al gobierno del PSOE como gestor y representante de los intereses de las grandes empresas y la oligarquía. El acuerdo alcanzado con la patronal de los grandes empresarios del transporte por carretera, así como su apuesta por continuar desmantelando el transporte ferroviario de mercancías, lo sitúan en línea con lo que representa la Unión Europea y el Tratado de Lisboa, como un enemigo de la clase obrera y los sectores populares.
Ante los primeros conatos de conflicto social, el gobierno de la socialdemocracia y el resto de fuerzas políticas parlamentarias han enseñado ya su verdadero rostro de gestores eficaces de la crisis capitalista. Para ello, tras votar unánimemente (Izquierda Unida incluida) en el parlamento la posición presentada por el PP, han puesto en marcha una agresiva estrategia basada en:
1 - Negociar con la fracción monopolista de los sectores implicados en el conflicto, en contra de los sectores autónomos y no monopolistas.
2 - Poner en macha una estrategia mediática dirigida a criminalizar todo tipo de movilización popular, tratando de aprovechar cierres patronales para situar en el punto de mira su verdadero objetivo: atacar el derecho a la huelga y legitimar la brutal acción represiva de las fuerzas de represión.
El Ministro Rubalcaba lo ha dejado claro: 25.000 efectivos policiales a la calle para luchar contra los piquetes, que según sus propias palabras, “son ilegales”. El Gobierno de la socialdemocracia, pone en marcha el aparato represivo y la campaña mediática que legitima su actuación, con un claro propósito: neutralizar la respuesta de la clase obrera ante las medidas reaccionarias que se preparan en el marco de la UE y del Tratado de Lisboa de la mano de la llamada “flexiseguridad”. La aprobación de la directiva que establece la jornada laboral de 65 horas es la mejor muestra del futuro que el imperialismo depara para los trabajadores y trabajadoras en el marco de la esclavitud asalariada.
Llamamos a las organizaciones políticas y sindicales de la clase obrera a tomar la iniciativa para unir todas las luchas que se vienen dando en un marco político superior que, en la perspectiva del Socialismo, enfrente en lo concreto las políticas lesivas para nuestros intereses y los de los sectores populares. Contra la privatización y por el control público de la gestión de los servicios básicos (sanidad, educación, seguridad…) y los sectores estratégicos de la economía (energía, telecomunicaciones, banca, seguros, transporte pasajeros, ferrocarril…); por la consolidación y la recuperación de derechos, no a la Unión Europea y al Tratado de Lisboa; por la soberanía monetaria, rechacemos el Euro y el Banco Central Europeo; por un transporte sostenible exigimos un plan estratégico de desarrollo del ferrocarril para personas y mercancías y nos oponemos al desarrollo de más infraestructuras inviables social y económicamente (AVE y autopistas).
Sólo cabe una respuesta a la crisis capitalista y a la ofensiva contra la clase obrera que la UE prepara para descargar sobre las capas trabajadoras y populares sus efectos:
l Combate frontal contra el incremento de la carestía de la vida.
l Frenar la escalada de represión y el recorte de libertades y derechos.
l Reactivar el sindicalismo de clase, desde la base, desde las asambleas de trabajadoras y trabajadores.
l Unir a todas las fuerzas obreras y populares contra la crisis.
l Preparar las condiciones para la convocatoria de una huelga general en defensa de los intereses de la clase obrera y del pueblo frente a la crisis del capitalismo monopolista y la Unión Europea, verdadero Estado Mayor de los monopolios.
LA CRISIS CAPITALISTA QUE LA PAGUEN LOS RICOS
Se que es un ladrillo jeje pero me gustaría saber cual es vuestra opinión sobre el texto y su contenido.
Saludos