Como muchos habréis leído, Valve ha distribuido imágenes de las facciones que podremos controlar en el inminente Counterstrike: Global Offensive. Tenemos tanto grupos terroristas como grupos policiales anti-terroristas. Entre ellos vemos a uno llamada “separatistas”, en clara alusión a ETA. Repito, en clara alusión, ya que no aparece ni el nombre, ni las siglas, ni ningún icono visual, ni el anagrama de ETA. Los personajes aparecen encapuchados y con txapela pero no hay explícitamente ningún indicador visual o descriptivo alabando o justificando los asesinatos de la banda terrorista. Sólo una pequeña descripción sobre su lugar de ubicación y sus objetivos, de los cuales Valve no se tiene que distanciar o retractar porque este grupo llamado “separatistas” es ficción. Que en su génesis esté basado en un grupo terrorista real del sur de Europa no significa que la compañía se tenga que excusar por haberse basado en ellos para crear una facción en su videojuego, como Activision o EA no han pedido permiso al ejército Norteamericano porque aparezca en sus videojuegos o se basen en ellos para hacerlo. Tampoco nadie ha pedido permiso al Vietcom, a los Contras de Nicaragua, a la guerrilla colombiana o Al Qaeda para aparecer o basarse en ellos en videojuegos o en cualquier obra de ficción sean películas o libros.
Los medios de comunicación españoles han reaccionado pues a la noticia con profundo malestar y críticas airadas. El mismo malestar y las mismas críticas no las utilizan para vilipendiar una película de acción sobre el terrorismo islámico o un videojuego de la II guerra mundial o de la guerra de Vietnam. No, solo vale criticar cuando “parece ser” que hay un videojuego que “justifica” los atentados terroristas de la banda terrorista ETA. Primera lección de carrera de periodismo en este país: no dejes que la verdad te estropee una buena noticia. En ningún momento se ha hecho justificación alguna del terrorismo en los más de diez años de la saga Counterstrike. Ahora tampoco. Es un juego online basado en que dos facciones enemigas se maten entre sí en una batalla con armas. Podrá gustar más o menos, será criticable el que de diversión mediante violencia visual, pero nada justifica que se mienta sobre el título.
Hablando de apología, he estado esperando la primera bomba en los medios de comunicación desde que conozco la noticia de la salida del juego. Y no ha tardado nada en producirse. En el debate sobre política general que suele hacer la COPE a las noches, un tertuliano ha denunciado que el juego hace “apología del terrorismo”. No teniendo en cuenta la supina ignorancia del amigo, que es casi tan grande como su irresponsabilidad al hablar desde un micrófono ante miles de ciudadanos desinformados, está mintiendo con tamaña descalificación. Primero porque el juego jamás hace mención explícita a ETA. Segundo, porque si jugar a matarse delante de la pantalla de un ordenador es hacer apología del terrorismo, entonces cuando él era joven y jugaba a indios y vaqueros, indios contra blancos, también hacía apología del terrorismo y el genocidio. Tercero, se podrá criticar Counterstrike por la supuesta violencia de enfrentar a buenos (anti-terroristas) y malos (terroristas) en un videojuego, pero para eso tendrá una clasificación por edades que orientará sobre el contenido del producto. La gente es mayor de edad pues y sabe a qué juega y porqué lo hace. Hay que recordarle a este periodista que la libertad de expresión está para eso, no para censurar un producto porque a uno no le guste, más si cabe cuando no se ha informado debidamente sobre lo que es el producto.
Vemos pues la repetitiva demonización de todo lo que no se comprende. Hay ciertas líneas rojas que la “caverna de la ética y buenas maneras” no pasa y nunca pasará. Porque o estás con su discurso, o eres un antidemócrata. Ahora todos los que jueguen a CS:GO se convertirán en defensores del terrorismo y de ETA. Una estupidez y un sin sentido más de los adalides del discurso único. Las tertulias políticas de televisión y radio son unas herramientas propagandísticas de los medios de opinión reinantes, el adoctrinamiento del pueblo es su fin. Hoy el malo es CS:GO, un videojuego de ficción.