Apple ha
confirmado haber alcanzado un acuerdo con Intel para hacerse con la mayor parte de su negocio de módems en una operación valorada en 1.000 millones de dólares (unos 892 millones de euros). La transacción se dará por cerrada durante el cuatro trimestre de 2019, una vez haya superado el habitual examen regulatorio. Con esta noticia se confirma la información que esta misma semana
avanzó The Wall Street Journal y de la que nos hicimos eco.
La operación permitirá a Apple incorporar a su plantilla unos 2.200 empleados de Intel, que llegarán acompañados de cuantiosa propiedad intelectual, equipos y experiencia. Los de Cupertino detallan que con esta adquisición pasarán a tener una cartera con más de 17.000 patentes de tecnología inalámbrica, que van desde protocolos hasta la arquitectura de módems. Por su parte, Intel mantendrá la capacidad de desarrollar módems para dispositivos que no sean
smartphones, incluyendo ordenadores, Internet de las cosas y vehículos autónomos.
A partir de ahora Apple pasa a ser una compañía un poco más independiente, con un potencial mucho mayor para desarrollar sus propios módems para
smartphones. A la larga, esta capacidad liberará a los de Tim Cook de las imposiciones de Qualcomm, que con su tecnología y patentes se impone como quiere en el mercado de módems para móviles. Un dominio que a juicio de Apple se transformó en una tiranía cuando Qualcomm les quiso cobrar lo que en su opinión era una
cantidad desmesurada de dinero por el uso de patentes esenciales. Unas disputas legales que recorrieron el planeta y que finalmente
terminaron en un acuerdo.
Esta adquisición es una de las más importantes en la historia de Apple. Nunca antes había incorporado a tantos empleados de otra compañía, mientras que en términos financieros solo está superada por los 3.000 millones de dólares que
pagaron por Beats.