China y Rusia han tomado este fin de semana medidas para evitar el uso de redes privadas virtuales o VPN no monitorizadas y otras medidas análogas como forma de evitar la censura. El gigante asiático ha sido el primero en mover ficha, aunque de forma indirecta al servirse de Apple.
Tras un reguero de noticias relacionadas con el deseo del gobierno de Pekín de impedir el uso de VPN para saltarse el conocido como
Gran Cortafuegos, Apple ha retirado de su App Store china las principales aplicaciones de VPN que hasta ahora ofrecía para iOS.
Según explican los desarrolladores de la aplicación ExpressVPN, una de las herramientas afectadas por esta medida, sus hallazgos preliminares "indican que todas las grandes aplicaciones de VPN para iOS han sido eliminadas".
De acuerdo con la
BBC, unas 60 aplicaciones se habrían visto afectadas por esta medida. Su retirada se suma a una serie de medidas sin otro interés aparente que restringir o controlar las comunicaciones de los ciudadanos chinos. Este sería el motivo detrás del bloqueo de los mensajes de voz y el envío de imágenes en WhatsApp, dos opciones que dejaron de funcionar en China hace aproximadamente una semana. A estas noticias se suman informaciones según las cuales las autoridades de la provincia de
Sinkiang estarían conminando a la población a
instalar en sus teléfonos una aplicación espía para facilitar su "autovigilancia".
La retirada de las
apps para conectarse a redes privadas virtuales no afecta a los usuarios de un dispositivo de Apple que accedan a la tienda desde otro país, por ejemplo utilizando una dirección de facturación en el extranjero.
Según la firma estadounidense, la retirada se ha realizado a petición de las autoridades chinas, que exigen a los operadores de una VPN una licencia concedida por el gobierno para poder ofrecer sus servicios en el país.
Rusia contra las VPN y los anonimizadoresPor otro lado, el presidente ruso Vladimir Putin
ha firmado una nueva ley que prohíbe tecnologías diseñadas para acceder a sitios bloqueados en el país. De esta forma se restringe legalmente el uso de redes privadas virtuales sin supervisión gubernamental, así como otras tecnologías de anonimización como puede ser Tor. La ley entrará en vigor el día 1 de noviembre.
Según fuentes oficiales, la nueva ley no busca imponer restricciones sobre la ciudadanía, sino bloquear el acceso a "contenidos ilícitos". Su aprobación no debería ser motivo de sorpresa, puesto que ya en 2015 llegaron las primeras noticias relacionadas con la intención de las autoridades rusas de
prohibir el uso de este tipo de servicios y herramientas.
La nueva normativa dará poderes al órgano regulador Rozcomnadzor para mantener una serie de dominios de acceso prohibido en Rusia. Los responsables de los servicios de VPN infractores serán contactados por las autoridades, y si no ajustan su funcionamiento podrán ser bloqueados junto a las páginas en cuestión. Según señala
TorrentFreak, el Ministerio del Interior y el FSB (órgano responsable de los servicios de inteligencia interna, contrainteligencia y de lucha antiterrorista) serán los encargados de monitorizar las infracciones.
Asimismo, el diario
The Moscow Times señala que los servicios de mensajería deberán asociar sus cuentas de usuario a un número de teléfono para facilitar su identificación y bloquear aquellas usuarios que diseminen "información ilegal".