Si hace un rato hablábamos de cómo
ha terminado el año Spotify tras la demanda en curso, Apple finaliza este 2015 aun peor. Los de Cupertino han tenido que pagar
318 millones de euros a la Hacienda italiana tras una investigación por fraude fiscal.
Ha sido la filial de la compañía en dicho país la que se ha hecho cargo del montante, una cifra como resultado de la investigación realizada en Italia. La razón: el sistema del que hace uso Apple, similar al que aplica en España, con el que gran parte de los impuestos de su factura fiscal son eludidos traspasando parte del negocio a Irlanda.
La noticia la ha dado un portavoz de la agencia tributaria en Italia a través del diario La Repubblica, una nota donde indican que Apple ha aceptado el acuerdo. Además, el diario explica que esos 318 millones de euros suponen el pago de los impuestos de los cinco años de actividad sobre los que se ha realizado la investigación en el país.
Una negociación larga, que ha durado varios meses, donde la Hacienda italiana acusaba a la compañía de no haber pagado el impuesto de sociedades que le correspondía entre los años 2008 y 2013. Un sistema, el utilizado por Apple, que aparentemente viene a ser igual al que aplican también en España.
Básicamente los de Cupertino indican que sus operaciones son realizadas a través de una filial, que a su vez ofrece sus servicios a la matriz internacional de ventas radicada en Irlanda y de la cual adquiriría los productos a un precio que le deja prácticamente sin margen de beneficios. Por ello, la filial sólo tributa por una parte de las ganancias reales.