Es un hecho inconmovible. Apple lanza un nuevo producto e inmediatamente Internet se llena de quejas relacionadas con supuestas deficiencias de fábrica con efectos catastróficos. Generalmente, estamos hablando de situaciones puntuales como las que se pueden producir cuando se fabrican millones de dispositivos en serie. En otras ocasiones, sin embargo,
los defectos son reales. Y potencialmente muy costosos. Es lo que podría suceder con la
maleabilidad del iPhone 6.
Documentos internos publicados por
Motherboard señalan que Apple ya sabía que la gama iPhone 6 era mucho más susceptible a doblarse al ejercer fuerza sobre el dispositivo, concretamente 3,3 veces más que el iPhone 5s en el caso del modelo convencional y 7,2 veces si hablamos del iPhone 6 Plus, más grande y por tanto con una mayor superficie.
Estos datos han aparecido con motivo de una demanda colectiva presentada contra Apple en Estados Unidos y forman parte de la documentación oficial publicada como parte del proceso.
El iPhone 6 Plus atrajo más atención de la esperada por su maleabilidad. Según la jueza encargada del caso, "una de las principales preocupaciones señaladas por Apple antes de lanzar los iPhone era su 'mayor susceptibilidad a doblarse con facilidad en comparación con generaciones anteriores'". A pesar de ello, el fabricante mantuvo que no había defectos de hardware en sus dispositivos, que también experimentaban problemas inexplicables con la pantalla táctil.
Un análisis interno terminó por mostrar que la mayor flexibilidad del iPhone 6 contribuía a la desconexión de la placa encargada de controlar la tecnología táctil de la pantalla. Varios meses después Apple introdujo modificaciones en el hardware, reforzando con epoxy los componentes internos de los iPhone para evitar la fractura de las microsoldaduras. Este era el origen de la conocida como "enfermedad táctil", un mal que se ofreció a resolver
cambiando la pantalla en el servicio técnico con cargo al consumidor. La flexibilidad del teléfono se encontraría tras la conocida como "enfermedad táctil". La desconexión del elemento táctil de la pantalla nada tenía que ver con la flexibilidad de los teléfonos, explicó Apple en su momento, sino que se producía al "dejarlos caer múltiples veces sobre una superficie dura y a continuación seguir forzando el dispositivo".
Algunos usuarios no se mostraron convencidos por estas aplicaciones, y terminaron interponiendo una demanda colectiva a la que están adscritos miles de estadounidenses representados por tres bufetes distintos. El proceso sigue su camino en los tribunales, y dada la naturaleza del caso es posible que termine desvelando nuevos detalles técnicos e informes internos de interés para los consumidores.
Fuente: Motherboard