En nuestro continente, en Europa, un liberal es un político que quiere reducir las intervenciones públicas, quiere disminuir los impuestos, no cree en políticas redistributivas, y favorece la privatización no sólo de la provisión sino también de la financiación de los servicios públicos. En EEUU a tal político no se le llama liberal, sino conservador. Los medios españoles traducen literalmente el término liberal sin aclarar tal distinción, creando una gran confusión. Un ejemplo, entre muchos otros, es el artículo de El País, de su corresponsal en New Hampshire, Antonio Cano (10.01.08), que indicaba, en su análisis de las primarias de aquel estado, que los liberales apoyaron a los candidatos demócratas. En otras ocasiones esta confusión se promueve con fines propagandísticos por parte de autores o medios liberales españoles (en la terminología europea), presentando a los liberales estadounidenses como los votantes más progresistas en aquel país. Un ejemplo de ello es Mario Vargas Llosa, quien en su artículo sobre las elecciones en EEUU titulado “Obama y las primarias” se refiere a la mayoría de votantes progresistas que apoyaron al Partido Demócrata como liberales. En realidad, gran número de los votantes que se definen como liberales en EEUU son socialdemócratas, punto que prácticamente nunca se aclara en los medios españoles y todavía menos en los artículos de Mario Vargas Llosa y compañía.