De la soledad he arrancado estas palabras
como arranca una madre a su hijo del vientre,
con dolor y esfuerzo, con sangre.
Así he arrancado yo éstas palabras,
así en esta noche oscura y solitaria
que viene apretándome el alma
como si envasándola al vacío estuviese,
apretando mi corazón roto
como en un triste callejón sin salida
donde ni luz ni vida alguna entra.
Aniquilando a bocajarro mis sentidos,
apretando el gatillo una vez y otra
hasta acabar con cada uno de ellos.
Así he arrancado yo estas palabras,
como arranqué de tu piel el sabor tantas noches
y de la oscura pasión y el deseo el derroche.
Así arranqué yo estas palabras,
como tú a mi la vida un día cualquiera de verano,
como tú a mi el amor acostada entre sábanas calientes.