AU Optronics no es una compañía particularmente conocida por el consumidor de a pie. Esta firma taiwanesa, sin embargo, es uno de los mayores fabricantes de paneles LCD del mundo, un componente que vende posteriormente a otras compañías para que puedan fabricar sus monitores y televisores. De hecho, es social de Nvidia para fabricar los componentes
de sus pantallas G-Sync de altas prestaciones. Ahora la compañía busca abrir una nueva brecha con la comercialización a corto plazo de paneles 8K (7680 x 4320).
Dando de que el estándar 4K era un punto intermedio en el salto que se produjo cuando los fabricantes comenzaron a abandonar la producción de televisores Full HD, el presidente de productos de vídeo de AUO, Liao Wei-lun, ha declarado que durante la primera mitad de 2018 comenzará la distribución de paneles 8K en tamaños de 65 a 85 pulgadas.
Según Wei-lun, la demanda de televisores 4K seguirá siendo robusta a lo largo de este año y de hecho debería alcanzar una penetración del 40%, lo que supone un incremento sensible con respecto al 30% del mercado que registró en 2017. Dicho de otra forma, las ventas de televisores 4K seguirán creciendo a corto plazo a pesar de la introducción de modelos de mayor resolución.
Dada la ausencia casi absoluta de contenidos 8K (algo fácilmente solucionable, puesto que muchos de los actuales contenidos 4K derivan de
masters 8K) y el carácter experimental de las primeras emisiones, es de imaginar que estos primeros paneles 8K irán destinados a modelos de muy alta gama pensados para generar imagen de marca y dar a conocer las virtudes del nuevo formato. Lo que todavía no está claro es qué compañías integrarán los paneles de AUO.
Sean las que sean ya hay varias marcas interesadas en este tipo de productos, con
Samsung,
LG,
Sony y
Sharp habiendo desvelado pantallas y televisores de diseño propio. Sony, de hecho, ya ha
registrado el logotipo utilizado para encabezar esta noticia, y debería encontrarse junto a las firmas mencionadas a la cabeza del pelotón. La entrada de AUO en escena, no obstante, podría suponer un punto de inflexión en la popularización del estándar 8K, puesto que abriría las puertas al lanzamiento de televisores 8K por parte del enorme número de compañías sin capacidad para fabricar sus propios paneles.
Fuente: Digitimes