Soy aquel al que te aferras,
tu escalera cuando caes,
tu droga,
tu adicción pasajera.
Soy el que acabaste abandonando,
la baja prescindible,
tu muñeco de plastilina,
tu salida de emergencia.
Soy ese que conociste un día,
el que te salvó a veces,
el que necesitaste tanto,
del que te deshiciste rápido.
Soy tu amante nocturno,
quien te hizo jadear.
Yo te descubrí el placer,
tú me enseñaste el dolor.
Te enseñé a teñir la noche,
de colores cálidos,
rojos eran tus labios,
marrones mis ojos,
azules los tuyos.
Soy tu viejo hábito,
tu talismán roto, tu juguete estropeado.
Fui tu válvula de escape,
pero yo me quedé dentro encerrado.