Bueno, pues segunda noche de visitas.
Después de comprar aceite de menta, hojas de menta y sacos de té de menta... me puse a fregar las terrazas con un poco del aceite como añadido y dejé hojas de menta esparcidas por la zona de paso de la alimaña. También puse saquitos del té de menta dentro de algunos armarios y demás.
Luego, encima de la tapa del sumidero, dejé varias bolas de algodón impregnadas con el aceite de menta y derramé algo del líquido también por el propio sumidero, después lo tapé por completo con una maceta bastante pesada para evitar sustos.
Pues nada, allí estuvimos toda la tarde con un tufillo a menta bastante agradable... las horas pasan y llega la noche. Pues a las 22:00 aproximademente, empiezan los sonidos debajo de la maceta, rasc rasc rasc rasc...
, hija de puta! exclamo al instante.
Así que nada, mi mujer y yo entramos en cólera de nuevo
, subimos a hablar con el presidente y el portero (que vive en la finca) para que se tomen medidas y se llame a un desrratizador, a lo que acceden a consultar al día siguiente a la administración de fincas tras nuestra insistente y enérgica petición.
Bajamos de nuevo, espantamos al bicho que seguía felizmente rascando la tapa del sumidero con todo el aroma a menta como fragancia de fondo, quitamos la maceta y esparcimos como un tercio del frasco del aceite directamente en el sumidero.
Con esto último vimos que la rata, no volvió a aparecer durante la noche (al menos mientras permanecimos despiertos), pero vamos, que finalmente el tema de la menta parece no ser demasiado efectivo.
Así que nada, hoy ya nos han confirmado que se van a poner en contacto con un servicio de desrratización y nosotros haremos lo propio con el fontanero para que cambie la tapa del sumidero por una de acero.
A ver si en pocos días tenemos noticias y nos olvidamos, de momento, de las puñeteras ratas.
Saludos.