A ver, si es que os gusta liar la madeja
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Si el cliente pide un software a un programador hay dos opciones:
- Exclusividad, que incluye el código fuente y cualquier documento necesario para la realización del programa.
- No exclusividad, que puede hasta incluso EXCLUIR el código fuente, entregando los ejecutables únicamente.
Entre medias, puede existir un amplio abanico de acuerdos, o como en este caso, ningún acuerdo.
Habláis de IP y cosas así... pero os olvidáis de lo más importante... el contrato. Incluso con un contrato atado y más que atado, si el programa que os han realizado tiene tirón, nada les impide iniciar el mismo proyecto desde cero. Ahí, en USA hablaríamos de juicios por patentes de software si se puede demostrar que han copiado código que esté en vustro fuente (USA is different, como habréis visto con Apple patentando iconos con esquinas redondeadas). Pero en España, la cosa no creo que se pueda hacer tan fácilmente, si no, no habría más que un programa para cada cosa, y no existiría la competencia (imaginad Contaplús como única opción
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).
En este caso, el cliente ha pedido un software, y se le ha vendido. Punto. Nada impide al creador volver a venderlo si así le apetece. De hecho, si yo viera negocio en ello, lo haría igualmente.
Por eso, si un cliente pide exclusividad, se le cobra un precio 10-20 veces superior. Pero lo que no puedes pedir es que te hagan un software, te cobren 200€ y ya no lo puedan vender más. Si lo quieres así, paga 6000€ y arreglado. Eso si, con un buen contrato que defina el proyecto y declare la conformidad de la empresa programadora con no volver a vender ese software y eliminar cualquier rastro de sus sistemas. Si ese "consentimiento" por parte de la empresa, la misma podrá vender el programa, sin tener que darte cuentas, las veces que quiera.
Un saludo.