El juego los merece, porque con colegas es brutal, y si encima os ponéis de acuerdo con las sinergias de cada carta y barajas que lleven los demás, puedes tener partidas interesantes. Una grata sorpresa, pero en los tiempos que corren, en unas semanas saltará la notícia/salseo de rigor en el que digan que baja a 5 millones el número de jugadores, y tendremos el carrusel de hate y mierda de siempre...