gordon81 escribió:Aquí se ha pontificado que la Mega Drive no tenía los colores requeridos para un sistema de 16 bits, sucediendo una paradoja muy curiosa, pues comparando dicho sistema con mi 486 me cuesta encontrar juegos que alcancen la cantidad de colores de la mega drive (hablando de juegos estrictamente plataformas o batemups).
Eso no es cierto. Yo mismo he dicho que
"La diferencia de colores entre snes y megadrive es muy grande", porque técnicamente es cierto, por capacidad
de la paleta madre, por número
de sub paletas, por la color math, por el impulso que le puede dar el hdma al color... pero no que la megadrive no tenga colores para un sistema
de 16 bits.
Otra cosa es que quede por debajo
de los sistemas
de 16 bits mas importantes, pero si alguien ha dicho en serio eso que dices, lo suyo es indicar donde se ha hecho.
gordon81 escribió:A esos que decían o dicen que la mega drive sus colores no son propios de un sistema de 16 bits
De nuevo, no se ha dicho nada así.
Lo mas que se ha llegado a decir es que el modo gráfico con tiles
de 8BPP
de la snes es mas propio
de otra generación, no que los colores
de la megadrive no sean dignos
de la generación 16 bits. No es lo mismo.
gordon81 escribió:que se repasen la resolución de la SNES a ver si es normal una resolución que en muchos juegos es incluso inferior a la NES.
Igual
de normal que usar resoluciones
de 320x190, o incluso menos.
gordon81 escribió:Discuto todo esto porque el cerebro de la bestia nunca lo fue, o al menos puesto en práctica en juegos.
En realidad, salvo excepciones, el cerebro
de las bestias está mas relacionado con la memoria que con la inteligencia (otra cosa es el instinto).
Y en memoria la snes es superior. Mas memoria
de trabajo, mas espacio dedicado al direccionamiento
de las ROMs, permitiendo hasta 118 megas y 16KB, en comparación con los 32 MB que permite la megadrive...
Supongo que no era esa la intención, pero sin querer, el concepto
de "el cerebro
de la bestia" es irrebatible.
Y aparte
de todo eso, discutir sobre esto ya es entrar en un sinsentido, con perdón.