Yo varío de clases con frecuencia. Espero jugar este juego en profundidad cuando desbloqueen la deluxe (no pude resistirme tras jugar al Battelfield 1 gold), pero, precisamente, el cambiar de clases, me permite jugar a cosas diferentes. Y un francotirador, guste o no guste, es para apostarse y buscar recodos y nichos o torres donde acribillar a quien pase por delante. ¿Imagináis un francotirador corriendo como pollo sin cabeza por el mapa?
Igual que cuando coges un soldado de apoyo, has de ceder cierto protagonismo a la infantería ligera para cubrir amplios espacios yendo detrás de ellos.
Eso es lo fascinante. Así que, para contestar al compañero que no entiende el campeo con francotiradores (otra cosa es el que es médico y se tira toda la partida en un rincón, que, oye, bien para él si le gusta), es ese placer exquisito de armar el fusil, ver a alguien pasar, disparar una certera bala y ver cómo cae sin remisión, mientras escuchas la caída de un único casquillo al suelo... Es un gran placer. Y si te pilla uno con hacha, pues para eso está el hacha y otras clases.