Bill Gates, el fundador de Microsoft, considerado como una de las mentes más brillantes del mundo, cometió un error. Fue un pequeño error, pero uno que destaca el desafío más grande detrás de su decisión de dedicar menos tiempo a trabajar para la compañía que formó hace 30 años.
El martes, en la reunión anual de accionistas de Microsoft, Gates dijó al auditorio que sería su última reunión como presidente a jornada completa de la compañía. De hecho, Gates permanecerá como el único presidente de jornada completa, pero el próximo año se convertirá en un empleado a media jornada.