Aunque se ha especulado mucho con el origen del nombre de la compañía, la realidad es bastante simple. Steve Jobs se hizo vegetariano siguiendo varias dietas bastante estrictas entre las que estaba sólo comer fruta y una de sus favoritas eran las manzanas. Además, durante algunas temporadas estuvo ayudando en la All One Farm, una especie de comuna hippie donde se encargaba de cuidar unos manzanos. Como Jobs tenía prisa por rellenar los papeles para crear la compañía le propuso a Wozniak el nombre de Apple Computer, y si a Woz no se le ocurría otro nombre mejor al día siguiente se quedarían con él, como finalmente pasó.
Respecto al primer logo de Apple que tenía una imagen de Newton y que incluía la frase "A mind forever voyaging through the strange seas of thought, alone" de un poema de William Wordsworth en homenaje a Newton, el encargado de realizar el logo fue Ron Wayne, un antiguo compañero de Jobs en Atari que iba a ser el tercer socio de Jobs y Wozniak al crear Apple. A pesar de este logo, el nombre nada tenía que ver con Newton. En el último momento, Wayne desestimó hacerse socio de Apple por miedo a que la compañía fuera mal y tuviera que responder con su dinero y propiedades puesto que Jobs y Wozniak no tenían casi nada en aquella época. Por esa decisión acabaría perdiendo la oportunidad de hacerse millonario en el futuro.
El logo pronto fue cambiado por el de la manzana multicolor cuando contrataron a la empresa de Regis McKenna para que se encargara del marketing de Apple.
Jeff Raskin, el director inicial del proyecto Macintosh convenció a algunos directivos de Apple para que visitaran el centro de investigación que Xerox tenía en Palo Alto, el Xerox PARC, donde sabía que estaban trabajando en algunas tecnologías realmente avanzadas. Para convencer a los directivos de Xerox de que les permitieran ver en que estaban trabajando en el Xerox PARC, Jobs ofreció a Xerox la oportunidad de comprar 100.000 acciones de Apple por un millón de dólares -esas acciones un año después cuando Apple salió a bolsa estaban valoradas en 17 millones-. De esta forma Jobs consiguió que Xerox les invitara a hacer una visita a sus instalaciones de Palo Alto en Diciembre de 1979.
A esta primera visita acudieron Raskin, Jobs y el líder del equipo Lisa John Couch. En ella, y por órdenes de Adele Goldberg que no podía creer la estupidez que estaban cometiendo sus jefes de Xerox tan sólo les mostraron un procesador de texto ejecutado en un Xerox Alto. Después de la visita, Jobs enfadado llamó a los directivos de Xerox para conseguir una segunda visita donde les mostraran algo más en lo que estuvieran trabajando.
En esta ocasión, a las tres personas que fueron la primera vez se les unieron más trabajadores de Apple entre los que se encontraba Bruce Horn, un programador que había trabajado en el Xerox PARC. Cuando llegaron les volvieron a mostrar el mismo procesador de textos que les habían enseñado en la primera visita hasta que Steve Jobs cabreado gritó "¡Basta ya!". Los trabajadores de Xerox reunidos decidieron enseñarles Smalltalk, un lenguaje de programación orientado a objetos que estaban desarrollando, confiados en que eso sería suficiente para que la gente de Apple se marchara sin conocer nada más. Pero esta vez el grupo de Apple sabía que eso no era todo en lo que estaban trabajando y Jobs decidió llamar allí mismo a un directivo de Xerox en Connecticut que ordenó a los trabajadores de Xerox PARC que les mostraran todo lo que tenían. Así fue como vieron la interfaz gráfica en la que estaban trabajando en Xerox y con la que todos, empezando por Jobs, quedaron impresionados.
Pese a que desde ese momento en Apple tenían claro lo que querían hacer en el futuro con los ordenadores, lo cierto es que Xerox aun pondría a la venta en 1981 el Xerox Star, el primer ordenador con interfaz gráfica y un ratón, años antes de que Apple lanzara el Apple Lisa en 1983 y el Macintosh original en 1984. El Xerox Star casi no tuvo éxito por su elevado precio y por lo poco refinada que era la interfaz. De hecho, cuando salió a la venta y un grupo de empleados de Apple fueron junto a Steve Jobs a verlo en una tienda, el propio Steve Jobs dijo que no merecía la pena gastar el dinero para comprarlo pues era muy rudimentario en comparación al sistema que estaban desarrollando en Apple.
Cuando Jobs estaba trabajando en el proyecto Lisa, el presidente de Apple en aquel momento, Mike Scott, lo apartó del proyecto por las continuas quejas de otros trabajadores debidas al carácter de Steve. Una vez apartado de Lisa, Jobs decidió unirse al pequeño grupo por aquel entonces del Macintosh.
El proyecto Macintosh lo dirigía Jef Raskin, que había convencido a Mike Markkula para formar un pequeño grupo encargado de crear un ordenador con interfaz gráfica y de bajo coste. El nombre Macintosh provenía de las manzanas McIntosh, las favoritas de Raskin y el precio que se había fijado para ese ordenador era de 1000$. Para conseguirlo Raskin pretendía utilizar un procesador de bajo coste, el Motorola 6809, pero cuando Jobs llegó al proyecto Macintosh intentó cambiarlo todo.
El procesador que iban a utilizar no permitía hacer muchas de las cosas que Jobs pretendía hacer con la interfaz gráfica, y a él no le importaba crear un ordenador de bajo coste sino el mejor ordenador que pudiera construir, así que decidió cambiar el diseño del ordenador para adaptarlo al procesador Motorola 68000, el mismo que estaban utilizando en el más caro Apple Lisa. Otro de los cambios que Jobs intentó hacer fue cambiar el nombre del ordenador a Bicycle, porque entendía que los ordenadores eran herramientas al igual que las bicicletas que ayudaban al ser humano a ir más rápido, aunque -afortunadamente- en esta ocasión Jobs no pudo salirse con la suya y el nombre permaneció sin cambios. Con el tiempo, el choque entre Raskin y Jobs hizo que el primero abandonara Apple para unirse a Canon, donde hizo el ordenador que pretendía, el Canon Cat, que acabaría pasando sin pena ni gloria.
Durante el desarrollo del Macintosh ocurrieron varias anécdotas curiosas:
- El Macintosh originalmente iba a utilizar una unidad de discos de 5 1/4 fabricada por la propia Apple y llamada Twiggy, pero cuando se lanzó el Lisa rápidamente se descubrió que esta disquetera daba muchos problemas, y aunque en el Lisa esto no era tan importante pues utilizaba disco duro, en el Macintosh sin disco duro esto podría ser un error fatal. Sony en aquella época había diseñado los discos de 3 1/2, y Jobs junto a otros trabajadores de Apple decidieron hacer un viaje a Japón. Allí, además de visitar la fábrica de Sony fueron a la compañía Alps Electronics Co., que había licenciado la tecnología de Sony aunque todavía no estaba preparada para construir las disqueteras.
Jobs decidió encargar las disqueteras a Alps Electronics pese a que Bob Belleville no creía que fueran capaces de entregarlas a tiempo, así que Belleville en secreto se reunió con Sony para que en caso de que Alps Electronics no cumpliera los plazos ellos entregaran sus unidades. Además, se llevó desde Japón a California a un ingeniero de Sony, Hidetoshi Komoto. Para que Jobs no se enterara de nada, a Komoto que trabajaba junto al equipo del Macintosh lo escondían cada vez que Jobs iba por allí por las tardes. Aun así Jobs se lo llegó a encontrar una vez en un quiosco en Cupertino, pero aunque lo reconoció de su viaje a Japón, no sospecho nada en ese momento.
Más tarde, en Mayo del 83 desde Alps Electronics comunicaron a Apple que no serían capaces de cumplir con los plazos previstos ya que necesitarían 18 meses más para tener todo preparado. En ese momento, Mike Markkula que era temporalmente el presidente de Apple, preguntó a Jobs que iban a hacer. Belleville que también se encontraba allí interrumpió la conversación para hablarles del acuerdo que tenían con Sony. Jobs en ese momento entendió que hacía en Cupertino aquel ingeniero japonés que había conocido en su viaje y sonriendo dijo a Belleville "¡Qué hijo de puta!
- La rivalidad que hubo entre los grupos del Apple Lisa y el Macintosh pronto empezó cuando Jobs apostó con John Couch 5000$ a que el equipo del Macintosh tendría su ordenador a la venta antes que el Apple Lisa -al final el Apple Lisa se lanzaría un año antes y Jobs tuvo que pagar la apuesta-. Jobs decidió que el equipo del Macintosh fueran conocidos como los piratas, una forma de imponer un espíritu rebelde en su equipo a los que consideraba una fuerza de élite dentro de Apple. Así, un grupo de ellos decidió colocar una bandera pirata fuera del edificio con el símbolo de la manzana en lugar del parche en el ojo. Esa bandera sería robada por el grupo de Lisa y posteriormente recuperada por los piratas del Macintosh.
- Después de una de las reuniones típicas que se realizaban entre el equipo del Macintosh, Jobs decidió hacer una fiesta durante la cual hizo firmar a todos los miembros del equipo por aquel entonces. Esas firmas estarían impresas por dentro de la carcasa del Macintosh, donde en principio nadie las podía ver si no se abría el ordenador.
- Cuando la agencia de publicidad enseñó a Jobs el guión del anuncio que se iba a mostrar durante la superbowl del 84, a Steve inmediatamente le encantó y ordenó que se iniciara la grabación. Para ello se escogió al director Ridley Scott que había dirigido recientemente la película Blade Runner y el rodaje se llevó a cabo en Londres. Cuando el anuncio estuvo finalizado Jobs se lo enseñó al resto de directivos de Apple que estaban estupefactos por aquel anuncio. A ninguno de ellos le había gustado y ordenaron incluso que se vendieran los espacios publicitarios de 30 y 60 segundos que Apple había comprado para la Superbowl. La agencia de publicidad llegó a vender el espacio de 30 segundos pero pusieron poco interés para vender el de 60 para intentar ganar tiempo. Jobs después de explicarle la situación a Wozniak que todavía solía pasarse de vez en cuando por las oficinas de Apple, le enseñó el anuncio. A Wozniak le encantó el anuncio y le dijo a Steve que él mismo pondría de su bolsillo la mitad del dinero que costara mostrarlo en la Superbowl si Jobs hacía lo mismo. Al final pudieron convencer al resto de la directiva y esto no fue necesario. El anuncio más tarde recibiría varios premios entre los que están el de mejor anuncio de la historia de la Superbowl en el 2007.