Netflix y Take-Two han
comunicado que se encuentran trabajando en la adaptación cinematográfica de BioShock, una reconocida franquicia de videojuegos que suma 39 millones de unidades entre las tres entregas disponibles. Detrás de la película también figura 2K, el sello de Take-Two encargado de distribuir los juegos de BioShock, y Vertigo Entertainment, la productora responsable de cintas como It, The Lego Ninjago Movie o la próxima film de Minecraft.
La película de BioShock solo ha sido anunciada. Netflix y Take-Two posiblemente querían evitar cualquier filtración y se han limitado a revelar que han dado luz verde al proyecto, que a día de hoy no tiene director, guionista o actores confirmados. Tampoco sabemos si la película adaptará algunos de los tres juegos disponibles, BioShock, BioShock 2 y BioShock Infinite, o si tenemos por delante un producto totalmente nuevo. La narrativa y la ambientación son dos de los elementos más importantes en la franquicia BioShock.
Como detalle, Netflix ha anunciado la adaptación cinematográfica de BioShock con la siguiente frase de Andrew Ryan, uno de los principales personajes de la saga: “Todos hacemos elecciones, pero, al final, nuestras elecciones nos hacen a nosotros”.
Si tenemos una película de BioShock en camino posiblemente se debe a que el desarrollo del nuevo juego va viento en popa. En 2019 2K anunció la formación de
Cloud Chamber, un estudio de desarrollo que el mismo día de su presentación confirmó que se encontraba trabajando en un BioShock. Tres años después no sabemos nada del proyecto. Ken Levine, director creativo de la trilogía original, no forma parte de Cloud Chamber y ni (como mínimo a día de hoy) de la película de Netflix.
Las dos primeras entregas de BioShock se desarrollan en Rapture, una ciudad construida en el fondo del mar por el magnate Andrew Ryan. En BioShock Infinite el escenario cambia completamente y la acción se desplaza hasta la ciudad aérea de Columbia fundada por Zachary Hale Comstock a petición del gobierno de los Estados Unidos. Los rumores dicen que la nueva entrega de
BioShock se desarrollaría en una ciudad ficticia en la Antártida llamada Borealis durante los años 60, es decir, entre Bioshock y Bioshock 2.
En el pasado ya se intentó sacar adelante una película de BioShock. Hace ya unos cuantos años Universal contrató a Gore Verbinski para dirigir la cinta con guion de John Logan, pero en 2008 el proyecto fracasó por problemas de presupuesto. En 2013 se intentó de nuevo con Juan Carlos Fresnadillo en la dirección, pero de nuevo la película colapsó por el presupuesto y la calificación de edades prevista.