Lo que puede hundir todavía más su ya muy deteriorada imagen es que aceptó ( o posiblemente le convencieron, visto lo visto ) para aceptar vender los derechos de su imagen digital, siendo la primera vez en la historia que una actor/actriz se presta a ello. Esto significa que su doble digital puede ser utilizado pagando derechos de autor para aparecer en futuras películas, y viendo los sorprendentes avances en el campo de la IA y el Deep Fake a saber lo que podrá salir de ahí, para bien o para mal, teniendo en cuenta que el día que él ya no esté físicamente no tendrá el menor control sobre el personaje al que pongan su rostro. Puede que ni siquiera lo tenga ya.