Desde luego deberían cortarle las manos a los programadores de Sony que hacen los juegos de F1, son una bazofia apestosa comparados con los grandes juegos de F1 que salian antes de que Sony se hiciera con la licencia. Lo más curioso de todo es que venden, Fernando Alonso y la publicidad hacen milagros.
Espero que Sony no pille la licencia de nuevo, aunque la pille otra compañía y luego los haga exclusivos de Sony, pero por dios, que no desvirtuen la F1 más.
Miedo me da tambien que EA coja la licencia.