Asegurate de que el stick está centrado (en posición normal, sin estar tú tocándolo) de la que enciendes el mando.
Por defecto, al arrancar la Wii U toma como posicion central aquella en la que está el stick al encender. Así que si enciendes, y estás inclinando el stick un poco hacia un lado, al soltarlo pasará lo que dices.