Cansado (perdón por el tocho)

Hola. Abro este hilo para poder desahogarme. Por circunstancias de la vida y en buena parte por mi forma de ser totalmente asocial no tengo amigos (estaba en un grupo de Wahtsapp pero decidí darme un descanso, esos son todos mis amigos).

No pienso usar un clon para esto, creo que con casi 40 años como tengo ya estoy lo suficientemente pasado de vueltas como para que me importe lo que diga la gente, pero comprendo al que se crea clones para hablar, es totalmente comprensible.

Bueno, esto se podría definir como el diario de un perdedor, el cual soy yo. Me bloqueé en España gracias a un proceso judicial muy problemático con mi ex-empresa (dejaron a deberme 6 nóminas tras 2 despidos improcedentes, y cuando iba a cobrar, se declararon en suspensión de pagos). Lo que dicen que cuando el dinero falta el amor se va es verdad. Mi relación de pareja lo acusó, y mucho. Yo me sumí en una depresión que por supuesto callé a la que era mi pareja, y ella tampoco supo como afrontar la situación, y más que ella también tenía sus propios problemas personales.

Así me surgió un trabajo en Alemania y decidí venirme (en parte fue una huida para adelante, lo reconozco ahora que lo veo con perspectiva). Me vine con la idea de 3-4 años hasta que la crisis pasara y ya entonces regresar.
Mi vida aquí empezó siendo un puto infierno: un mes durmiendo en un camión, a pesar de que en el contrato estaba especificado que desde el día 1 debía tener vivienda. Me ofrecieron una caravana en la que ni los animales se atreverían a vivir (cristales rotos en pleno invierno y un estado de abandono peor que el de una cuadra). Conseguí aguantar porque no tenía ni un duro, y sabía que si me iba perdería mi casa y todo, pero ya después de esa "oferta de vivienda" no conseguí quitarme la sensación de haber fracasado como persona. Me sentí como un fracaso, había defraudado a todos, había abandonado a mi mujer y a mis perras para dormir en una caravana que ni un cerdo la pisaría (después me enteré que llevaba 2 años abandonada la dichosa caravana).

Los siguientes meses fueron una sucesión de soportar a otro granadino alcohólico y con historial de malos tratos las 24 horas al día, ya que nos metieron en el mismo camión y, posteriormente, en el mismo piso. Fue por momentos bastante agobiante, y tenía la sensación de que este hombre en parte anuló mis ganas de luchar y me llevó a su terreno.

Aparte de eso tambíén tuve que aguantar casi continuas peleas de mi empresa, porque nos acusaban de que no trabajábamos, de que íbamos lentos, de que éramos malos trabajadores, incluso una vez nos llegaron a llamar "mierdas", en fin, un calvario, aparte de reventarnos de trabajo. Lo mejor es que este otro hombre como no hablaba absolutamente nada de alemán siempre salía de rositas y yo era el que siempre se llevaba las reprimendas.

Así ya anulado como persona seguí trabajando hasta que en un episodio lamentable, con amenazas de palizas por medio hacia mi persona, echaron al otro granadino de la empresa, aunque tuve que aguantarlo un mes en el piso hasta que arregló sus papeles y se fue. Dichos fines de semana eran horribles, viví constantemente con miedo, fue realmente desagradable.

Ya solo aquí la cosa mejoró algo en el sentido de que solo vieron que trabajaba como un burro y de que era un trabajador eficiente, así que estuve cerca de un año a un ritmo de 3500 kms semanales, cuando los demás conductores no pasaban de 2500 kms (es la media fijada por la empresa).

Todo esto se lo oculté a mi mujer, a mi familia y a los amigos que me quedaban, lo que me fue hundiendo poco a poco e hizo que me encerrara en una burbuja, cosa que fue desgastando a mi mujer, porque ella lo veía, pero no sabía como reaccionar (ella me preguntaba 1000 veces que si me pasaba algo, y yo siempre callaba).

Ya después mi perra Luna enfermó y murió (abrí un hilo en su momento). Era mi pequeña rubia, y no haberme podido despedir fue muy duro, y es algo que no creo que pueda superar, el duelo por su muerte no puedo cerrarlo, tengo una deuda pendiente con ella.

Fui en caida libre en el aspecto personal mientras el profesional fue mejorando (ya me puse al ritmo de los demás conductores, y tenía menos carga de trabajo), pero mi mujer cayó en una depresión, me pidió que regresara, y lo único que pude hacer fue no escucharla y seguir consumiéndome aquí, en buena parte porque ya estaba anulado como persona y sin un rumbo en la vida, había puesto el piloto automático a mi existencia. Mi mujer nunca supo las penurias que pasé aquí (incluso un mes no tuve ni para comer, estuve una semana comiendo chocolate, pan, agua y poco más), jamás le conté todo lo que tuve que tragar, todo el orgullo que tuve que reprimir, y que me fue consumiendo anulándome como persona. Ella necesitaba que volviera a rescatarla, pero por desgracia en ese momento estaba igual o peor que ella, jamás hubiera podido ayudarla, aunque ella no lo comprendía y se desesperaba (lógico, ya que solo sabía lo que le contaba, osea, prácticamente nada, ella tenía una visión muy distorsionada de la realidad).

Así llegó un momento en el que ella dejó de quererme. Me lo dijo por Whatsapp, ni tan siquiera me llamó para decírmelo en persona, aunque tampoco es algo que importe demasiado, total, lo importante es que ya no me quería. Me sentí morir, me quería morir, lo admito, pensé mil veces en dar un volantazo con el camión y estamparlo contra el pilar de un puente o tirarlo por un barranco conmigo dentro. Lloré muchísimo, jamás lo había hecho de esa manera, pero jamás me había sentido tan muerto por dentro como en esa época.

Con el tiempo, bueno, como iba en piloto automático conseguí aguantar, y ya me resigné y fui asumiendo poco a poco la situación, aunque las veces que iba a España era terriblemente incómodo, y muy duro, la verdad, pero como tenía a Yuna (mi otra perra, hija de Luna), y a Sere (una gata persa que adoptó mi ex y que es un cielo), pues por eso iba, y en parte para ver si tenía alguna posibilidad de que ella volviera conmigo, pero cada vez se notaba más claro que no (de todas formas no he llegado a perder el contacto con ella, y aún hoy hablamos por Whatsapp, aunque claro, de una forma muy distinta).

La cosa fue así hasta que ya ella me insinuó que lo mejor era divorciarnos, porque no había solución. Fue otro mazazo, pero como ella tampoco mostró una seguridad total, pues bueno, fue más fácil de asumir, me resultó menos duro, porque veía que ella también lo estaba pasando mal, y que no era fácil. Así hemos ido poco a poco aceptándolo los dos que lo mejor es no estar juntos, y ya en Septiembre vamos a empezar el papeleo para terminarlo todo.

Pero claro, faltaba la puntilla: en Junio mi perra Yuna tuvo que ser sacrificada por un cáncer que la devoró en semanas. Otra vez tampoco pude despedirme, y con Yuna ha sido peor, porque si, Luna era muy especial, era un cacho de pan y supertierna, pero a Yuna la escogí yo de la perrera de la que recogimos a ambas perras. Yo la elegí de los tres cachorrros de Luna que había, yo le puse el nombre, yo la ví crecer, era mi hija, mi pequeña, y ella tenía adoración por mí, y no pude estar con ella cuando fue al veterinario andando hacia su destino. No pude acompañarla, no pude despedirme de ella, no pude decirle adiós, y eso es algo que aún hoy me hace llorar como un niño.

Comprendo que mi ex tuvo que pasar por las dos experiencias mas terribles que puede pasar el propietario de un perro (ver morir a Luna y tener que acompañar a Yuna al veterinario en su último paseo), pero ella (mi ex) jamás me ha comprendido a mí, jamás ha comprendido que me sienta como una mierda por no haberme despedido de las perras, por no haber estado allí en sus últimos momentos, por haberles fallado en el momento de sus muertes, por no haberlas acompañado en sus últimos momentos (casi todos los días les sigo pidiendo perdón por no haber estado allí con ellas, cada vez que veo una foto de ellas o me acuerdo de mis pequeñas perrillas).

Y bueno, aquí estoy. Por culpa de todo esto conseguí empezar a reaccionar, tímidamente eso si, y el martes espero sea mi último día en Alemania. Si, tengo una promesa de trabajo como camionero allí en Granada, y si me falla tengo otra en Almeria (las dos últimas veces que estuve en España conseguí vencer mi miedo a todo y eché curriculums llegando hasta Murcia, vamos, que me moví).

Si, estoy empezando a hacer cosas que no había sido capaz de hacer, a pesar de que me pongo muy nervioso y la ansiedad se me dispara, pero intento sobreponerme y hacerlo a pesar de que el pánico me domine. Ahora veo que mi relación estaba mal de antes de venirme a Alemania, y creo sinceramente de que si no me hubiera venido en vez de tener un divorcio mas o menos tranquilo como vamos a tener hubiera sido una p... carniceria. Pero no puedo dejar de pensar en que Alemania me lo ha arrebatado todo, de que no tengo absolutamente nada, y de que el precio de tener un trabajo ha sido demasiado alto.

Me siento hundido, derrotado, desmoralizado, aterrado por si no me sale bien lo de volver, con la sensación de que esto lo tenía que haber hecho mucho antes y que por culpa de no haberlo hecho me he perdido a mis perras y tal vez a mi mujer, y también tengo la sensación de que vuelvo para nada, porque total, no tengo nada, aunque bueno, tal vez me lo merezca por no haber sabido reaccionar cuando tenía que haberlo hecho.

Lo único que puedo sacar en positivo es que ahora si soy capaz de llorar y mostrar mis sentimientos, algo es algo (aunque ahora lloro por casi cualquier cosa, me siento vacío y solo). Nada, disculpad por el tocho enorme y comprendo al que no se lo lea, pero es la primera vez que me desahogo realmente. Gracias.