Bueno, es la primera vez que posteo aquí, aver si me podeis decir que tal está esta carta (que enviare por email), para una amiga, a la que perdí hace unos meses...
No estoy seguro de por que escribo esto. Quizás por la psicosis de los exámenes o no se por que, el caso es que he decidido decir basta, apretar los dientes y, esta vez, con la cabeza fría, aclarar, o al menos intentar, arreglar algo...
No puedo evitar que aquel enfado repentino, y mi gran actuación, (que siendo sincero, al cabo de una semana, la frase que me venia a la cabeza era “And the Oscar goes to...”) surgieran a causa de algún comentario. Me cuesta pensar que te pudo hacer reaccionar así, y, es mas, sigo sin saberlo. Pero no escribo esto para hacerte cambiar de opinión, o para que te creas que en el momento del cabreo no me gustabas. Es mas, no me gustabas desde antes de fin de año, pero bueno, no voy a ser yo quien te lo haga creer, solo lo comento con la esperanza de que, quien fuera una de mis mejores amigas (por no decir la mejor), vuelva a juzgarme, esta vez, con la cabeza fría.
No se si ni siquiera habrás vuelto a pensar en esto al cabo de los meses. A lo mejor estas riéndote de mi ahora mismo y no continuarás leyendo. No lo se, pero no pierdo nada por escribir esto, aunque no se si ni siquiera leerás esto e igual lo borraras antes de abrirlo, pero necesitaba escribirlo.
He dicho que no se por que estaba escribiendo. Miento, creo que lo se. La agenda. Cuando estaba sentado en clase e tenido la tentación, cuando tu agenda pasó por mis manos, de firmar. “Mejor no”, pensé. Mas tarde, reflexionando, pensé en escribir algo. No me cuadraba que después de un año buena amistad, se acabara así, sin mas. No me cuadra que a partir de ahora, al vernos salga un simple “Adeu”, que se iría diluyendo con el tiempo. No. Cuando me decidí a escribir, tu agenda volaba a tu mesa, y no me decidí a ir a buscarla... También decir que al acabar las clases, pensé en enviar este mail, pero no estaba seguro. Pero esta mañana, mientras estudiaba para el terrorífico examen de mates, ojee mi agenda por curiosidad. “Voy a leerme las firmas”, me dije, y resulta que, sin que yo me enterara, firmó Laura, describiendo esto de la forma mas simple y, a la vez, lógica posible “Una puta tontería”.
Y me parece que lo es. Aunque, claro, es fácil decir, que tu, y solo tu, as sido la que me as mandado a la mierda, pero no es así, claro está. No me e dignado a saludarte, hablarte, o soltar algún comentario, incluso me pensaba dos veces hablar estando tu delante, y no poder evitar apartar la mirada cuando te veía. Ahora me viene a la cabeza un día que dijiste “todos los tíos hacéis alguna gilipoyez alguna vez”. No te di la razón. Obviamente, como empieza a ser peligrosamente habitual, me equivoqué. Joder, ahora parece que la culpa sea toda mía, ¿no?. Ahora parece que me esté arrastrando. Pero, te equivocas. Parte de culpa es tuya. Y se perfectamente, que no la vas a ver. Esa parte tuya es por no creerme en su día. Por enviarme a la mierda sin motivo. Pero me cuesta creer que hicieras aquello por que si. Supongo que alguna razón tendrías, pero eso si, debo de decir, sin temor a equivocarme, que estabas errando.
A estas alturas, si es que as llegado a leer hasta aquí, ya debes tener el pensamiento claro. No digo hacia que dirección, pero supongo que claro. Pero antes de cerrar esto, quisiera aclarar un percance, que en su día, me hizo decantarme por el camino de la borderia, en lugar de intentar hablar antes. El cumpleaños del Juan. Mi cabreo cuando me enteré que me pusiste a parir por que “supuestamente” no te avisé para el regalo, crispó mis nervios. “Manda huevos”, pensé, que, después de enviar dos SMS y dos emails, en los que te lo comentaba, aun “tuvieras el morro” de decir eso. Días mas tarde pensé que era posible que los borraras antes de leerlos. Pero también pensé que, alguien que estaba contigo ese día, no tuviera las narices de decir que durante tres días, le dije que te avisara por que yo no te iba a ver, ni tenia forma de avisarte. Supongo que tomar parte de culpa, cuando me la puedo tragar toda yo, es una tontería.
También decir, que todo esto, no me jode únicamente por cabrearme contigo. Como un efecto dominó, a raíz de esto, apenas podía hablar con la Laura, apenas veía al Juan, y me distancie mucho de la gente con la que me siento a gusto. Y me acerqué a otra. Y hace apenas unas semanas, me di cuenta que no son con los que quiero estar. Quiero estar con mis auténticos amigos. Pero no de cualquier manera, obviamente. Para provocar mal royo, mejor me quedo en casa.
Por cierto, también decir que me sorprendiste la noche pasada, cuando me saludaste. Siendo franco, (que no el dictador), os vi de lejos, pero no me apetecía entrar en una situación ¿incomoda?. Cuando todos fueron para allí, “Que remedio...” pensé.
No sé cuando leerás esto. Ni si quiera se si lo harás. Pero en tu mano está acabar con esta “puta tontería”, como bien decía Laura. No te pido que me creas. Piensa lo que quieras, pero al menos, juzga otra vez, con la cabeza fría.
Que te vayan bien los exámenes.
Carlos.
