Hoy te escribo, querída desconocida, para contarte una parte de mi vida.
Se que no me conoces, pero espero que puedas, al final de este texto, entender el motivo por el que te escribo.
Por ahora puedes no te diré mi nombre, perdoname esta pequeña falta de respeto, pero creo que es lo mejor para ambos.
Voy a empezar por los hechos sucedidos el 13 de abril de hace un par de años, puesto que creo que es el primer sitio ( sin contar el día cuando nací) en el que
puedo comenzar a contar la historia, sin que exista falta de información previa.
Era un día con lluvia, uno de esos en los que no ves a nadie por la calle, y puedes hablar de tú a tú con el viento, con los árboles, con el aire.
Recuerdo poco de las primeras 22h de ese día, pero aún puedo revivir con exactitud las dos últimas horas, desde que salí de la tienda de la pared verde, hasta que
decidí que merecía la pena vivir una semana más.
Así que podemos situarnos en ese intervalo de tiempo, saliendo yo de la tienda de la pared verde, y caminando hacia mi casa, mientras la lluvia caía lenta pero
constantemente.
Con la mirada en el infinito iba, pero algo llamó mi atención: En una farola antigua, había un cartel que decia: "Amnistía total presos políticos: 14 de abril a las
17h en la Plaza Mayor".
Ante el cartel me paré unos segundos, que quizás fueran más que unos pocos segundos.
Entonces escuche su voz.
-¿Te interesa? - me dijo, me volví y pude distinguir su pelo rojo como el rubí más vivo que puedas imaginar.
-!!! - no pude responder.
-Tranquilo, no hay nadie más por aquí, podemos hablar seguo de que nadie nos escuchará.
-Si -conseguí decir al final.
-No te he visto nunca antes por el ambiente, ¿eres nuevo el la ciudad?
-Algo así.
-¿Algo así?
-Si
-¿Si? ¿Solo eso contestas? jijiji
Tenía una risa que inspiraba confianza, así que , en un impulso, decidi contarle el motivo por el que estaba allí, de todas formas, ya no importaba, en unos instantes
todo llegaría a su fin.
Continuará